Varias mujeres saudíes tomaron el volante este viernes en respuesta a un llamamiento en las redes sociales, en el único país del mundo en el que las autoridades prohíben a las mujeres manejar.

“Volvemos del supermercado. Mi mujer ha decidido comenzar el día tomando el volante a la ida y a la vuelta”, escribe en su página de Twitter Tawfiq Alsaif, un editorialista.

“Mi esposa, Maha, y yo volvemos de una vuelta en auto de 45 minutos. Ella ha conducido en las calles de Riad”, escribe Mohamad al Qahatani, presidente de la asociación saudí de derechos cívicos y políticos, también en Twitter.

En una página de Facebook, varias mujeres dejaron mensajes para decir que desafiaron este viernes la prohibición de conducir.

La campaña Women2drive, iniciada hace dos meses en las redes sociales, debe continuar “hasta la publicación de un decreto real que autorice a las mujeres a conducir”, según la página de Facebook de los organizadores.

Las mujeres están llamadas a actuar individualmente, contrariamente a un desfile de mujeres al volante en 1990 en el que las participantes fueron detenidas.

“Las autoridades deben dejar de tratar a las mujeres como a ciudadanos de segunda categoría, y abrir las carreteras del reino a las mujeres conductoras”, afirmó la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional en un comunicado.

“No permitir a las mujeres tomar el volante es un inmenso obstáculo a su libertad de movimiento, y limita su capacidad de efectuar sus actividades diarias, como ir al supermercado o llevar a sus hijos al colegio”, añadió la organización.

Ninguna ley prohíbe a las mujeres manejar. Sin embargo, las autoridades se fundan en un edicto religioso (fatua) promulgado en el reino, cuyas leyes se inspiran en una interpretación rigorista del islam, e invocan la oposición de los religiosos y de los medios conservadores para mantener la prohibición.

Para desplazarse, las mujeres deben contratar a un chófer o, si no tienen los medios, depender de la buena voluntad de los hombres de su familia.

El ícono de la campaña del viernes es Manal al Sharif, una joven informática liberada el 30 de mayo tras haber permanecido detenida dos semanas, por haber desafiado la prohibición de conducir y colgar en Youtube un video que la mostraba al volante.