La capital rusa registró este miércoles la temperatura más alta de su historia en un mes de noviembre, cuando el termómetro marcó 13 grados centígrados, según los servicios meteorológicos moscovitas.

Durante el verano (boreal), Rusia ya había registrado olas de calor sin precedentes.

“Al mediodía (09H00 GMT) la temperatura era de 13°C y no es la máxima, pues debería aún aumentar”, señaló el servicio en su página internet.

“Hay que destacar que este resultado fenomenal se produce en ausencia total de sol”, prosiguió. El cielo de Moscú era nuboso este miércoles.

El anterior récord fue registrado en 1927, con 12,6°C. El martes, la temperatura de Moscú ya había llegado a los 12,3°C.

En julio y agosto, el oeste de Rusia registró una ola de calor sin precedente asociada a una importante sequía, que provocó gigantescos incendios forestales y la destrucción de un tercio de los cultivos de cereales del país.

Por otra parte, el país también registró un importante aumento de los decesos, con 56.000 más en julio y agosto con respecto al mismo periodo del año anterior, según la agencia federal rusa de estadísticas, ROSSTAT.