Continúan las labores de las máquinas perforadoras en la mina San José para instalar sondas que permitan contactar y entregar oxígeno, alimento y agua a los 33 operarios que están atrapados tras el derrumbe del jueves pasado.

Foto: Cronica.com.mx

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En el lugar decenas de familiares de los mineros permanecen a la espera de que sean rescatados. A pesar de todo, ellos mantienen la fe y optimismo.

Toda esta labor puede durar varios días y las máquinas laboran sin descanso junto a los rescatistas. Diez de estas provienen desde mineras de la Segunda Región y de la División Andina de la Corporación del Cobre.

Estas perforadoras pueden hacer unos 100 metros por día y los trabajadores estaría a 800 metros de profundidad, pero para todos la esperanza es lo último que se pierde.

En tanto, la esposa del minero Mario Gómez, Lilian Ramírez, señaló que su marido le comentó las malas condiciones de la mina y que el cerro estaba cediendo. Situación que el trabajador comentó a sus superiores.

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