Un pasajero de un bus interurbano con recorrido Santiago-Puerto Montt sufrió un robo en manos de “la mujer de los pastelitos”, quien amablemente ofrece dulces que en su interior contienen somníferos.

Rubén Delgado abordó un bus interprovincial de Linea Azul en el terminal sur de Santiago, con destino a Puerto Montt. Todo iba normal, hasta que en el asiento de al lado se sentó una mujer, quien se identificó como Jaqueline Bustamante, según el registro que tenía el auxiliar del bus.

Al salir de la capital, la mujer le ofreció pasteles a su víctima, siendo muy amable y “buena para conversar” según contó el afectado, quien aceptó algunos dulces.

En el trayecto, Rubén Delgado se quedó profundamente dormido, recordando entre sueños que la mujer se bajó a la altura de Talca. Finalmente el hombre despertó a la altura de Valdivia con un cansancio inusual, percatándose que le habían robado todo el dinero y su tarjeta de crédito.

Una vez realizada la denuncia en Carabineros, los mismos policías le señalaron que en algunas ocasiones ese tipo de pastelitos traen sustancias somníferas, siendo esta una nueva forma de ilícito que algunos delincuentes usan al interior de los buses.

Esta historia puede servir como ejemplo a quienes viajan constantemente, a quienes más de alguna vez les han ofrecido estos irresistibles dulces que pueden ser usados para adormecerlos y robarles sin moverse de su asiento.