El Blog de Pato Yáñez

 

Los hinchas nacionales no querían dejar las tribunas del Nelson Mandela Bay aquí en Port Elizabeth. Sus gritos y cantos inundaron la noche sudafricana. Y es que la victoria de hoy es uno de los momentos más importantes del fútbol chileno, pues deja a la Selección a las puertas de la clasificación a octavos de final y jugando a gran nivel.

La primera media hora mostró fuerzas muy parejas, con Chile controlando el juego pero con escasa proyección por los laterales. Jean Beausejour muy desconectado del resto del equipo y cayendo reiteradamente en posición adelantada. En el caso de Alexis Sánchez, su trabajo fue muy individualista, siempre buscando el enganche de más y cerrar la jugada, haciéndola personal.

El minuto 33 trajo el punto de inflexión del partido: la expulsión de Behrami por infracción a Arturo Vidal. Una jugada que -a mi juicio- era de amarilla. Lo claro es que cambió absolutamente la fisonomía del cotejo, porque el equipo de Bielsa empieza a cargar el juego por la izquierda, con un Beausejour con más espacios y con la ayuda de Vidal por aquel sector, lo que liberó de marcas a Sánchez y a Humberto Suazo, quien evidenció la falta de fútbol competitivo que arrastró durante los últimos dos meses.

ANFP.cl

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El otro factor clave fue el movimiento táctico generado con los cambios al inicio del lapso final. La entrada de Mark González reeditó la dupla que completó Jean Beausejour -tan desequilibrante durante la eliminatoria- machacando la banda izquierda del ataque nacional.

Por otro lado, Jorge Valdivia conformó un doble enganche con Matías Fernández que desarrolló un asedio pocas veces visto de un equipo nacional sobre arco contrario, ante un elenco suizo sin regreso y sin anticipación (principalmente Lichsteiner y Grichting) y contando con Ziegler como único elemento que iba en demanda del ataque nacional, saliendo desde su propio terreno.

Allí vino el golpe letal: el ingreso de Esteban Paredes por Matías Fernández. Bielsa quiso anticipar el juego ante España con Valdivia como armador e Isla llegando constantemente por la derecha, sumándose al gran volumen de ataque ofrecido por la Selección, pero que no tuvo su correspondencia en la red rival, al igual que en el pleito ante Honduras.

Lo de hoy pudo haber finalizado con un 3-0 para Chile, pero faltó la puntada final en Paredes, Sánchez y Valdivia, lo que pudo haber tranquilizado a una escuadra que casi ve el empate con aquel remate desviado por Derdiyok en el minuto 90.

Chile ganó con merecimientos y le metió cuco a España, que llegará al juego del viernes con la obligación de ganar, lo que podrá ayudar a la tarea chilena, que avanzará como primero con dos de tres resultados.

Y es que esta Selección, a la que veo muy segura. Encantó a los hinchas y los hizo soñar con algo grande en la Copa del Mundo y que comienza a contagiar a quienes seguimos desde esta tribuna el desempeño de los nuestros y hacer propio ése sueño.