Las operaciones de socorro se intensificaban el domingo en la turística isla de Madeira, región autónoma de Portugal, un día después de un violento temporal de lluvia que causó al menos 40 muertos y decenas de heridos, sumiendo a la capital, Funchal, en el caos.

ambito.com

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El sábado por la noche, el primer ministro, José Socrates, visitó la isla, a 900 km al suroeste del continente, y prometió “toda la ayuda necesaria para que Madeira pueda iniciar inmediatamente las obras de recuperación”.

El domingo por la mañana la lluvia cesó y dejó al descubierto la desolación, sobre todo en Funchal, capital regional de 100.000 habitantes situada en la costa, que se ha despertado devastada por los torrentes de barro.

Este domingo, al final de la mañana, el gobierno regional hizo un nuevo balance de 40 muertos y más de 70 heridos aún hospitalizados. “Seguiremos buscando cadáveres, esperamos los equipos que llegarán del continente para continuar trabajando sobre el terreno”, declaró a la prensa el secretario general de Asuntos Sociales, Francisco Ramos.

Sólo en la ciudad de Funchal los bomberos hallaron 17 cadáveres.

“Es muy probable que encontremos más cadáveres”, declaró a la prensa Miguel Albuquerque, alcalde de Funchal, donde quedan casas y vehículos sepultados bajo el fango.

En medio de los automóviles volcados, puentes destruidos y techos arrancados, a los habitantes de Funchal les tocaba despejar el terreno este domingo. “Los vivos son la prioridad”, afirmó el sábado por la noche el presidente del gobierno regional, Alberto Joao Jardim.

En algunas casas del centro de la ciudad, el barro ha llegado hasta la primera planta. Este domingo, los detritus y los cascotes seguían obstaculizando la carretera que conecta Funchal con el aeropuerto, reabierto por la mañana.

Ya el sábado se movilizaron importantes medios desde Lisboa, a bordo de una fragata militar equipada con helicópteros, un equipo médico y material de rescate.

También este domingo se esperaba la llegada a Funchal de brigadas caninas y de submarinistas a bordo de un avión militar C-130, para intentar hallar a personas eventualmente desaparecidas.

Igualmente se enviarán médicos forenses para “realizar lo antes posible las autopsias y que las familias puedan hacer su duelo”, anunció el ministro del Interior, Rui Pereira.

Por su lado, el operador Portugal Telecom anunció el envío urgente de 400 kilos de material desde Lisboa para restablecer las comunicaciones. En el centro de la isla, por ejemplo, el pueblo de Curral das Freiras y sus 4.000 habitantes seguían aislados este domingo, por el corte de las comunicaciones telefónicas.

Según protección civil, 250 personas se han quedado sin techo. Un centenar de ellas fueron realojadas el sábado noche en una guarnición de Funchal, y otras por habitantes que tuvieron más suerte.

Según los testimonios recogidos por la prensa local, se ha creado espontáneamente una red de solidaridad. “Hay gente que se ha puesto a cocinar para los demás, y otras han prestado ropa para que los que estaban empapados pudieran cambiarse”, según un habitante de Funchal.

El delantero del Real Madrid Cristiano Ronaldo, originario de la isla de Madeira, se ha dicho dispuesto a ayudar.

“Nadie puede quedarse indiferente ante una catástrofe de tales proporciones, todavía menos yo, que nací y crecí en Madeira”, dijo la estrella madridista en declaraciones a la página internet de su agente Gestifute.