Una conflictiva situación se esta viviendo en los ex fundos del agricultor Jorge Luchsinger, con constantes intercambios de disparos entre mapuche durante las noches, debido a las disputas entre comunidades vecinas por tierras que el gobierno le entregó a sólo una comunidad, registrandose millonarios robos de madera con faenas forestales.

En un verdadero Far West sin ley durante las noches, se ha convertido la zona donde estan emplazados los ex fundos de Luchsinger, ya que el gobierno le compró y traspasó los predios a la comunidad Juan Catrilaf 2, generando de inmediato fuertes disputas internas entre estos indigenas y las comunidades colindantes con los campos, quienes señalan tener más derechos ancestrales para ser dueños de las tierras.

Uno de los principales focos de conflicto es el fundo San Miguel, cuya propiedad fue entregada a la comunidad Juan Catrilaf 2, pero, actualmente esta en manos y bajo el control de una comunidad colindante con el predio, quienes además estarían efectuando un millonario robo de madera en la zona, con contratación de faenas forestales incluso.

Este hecho ha generado fuertes disputas entre los indigenas vecinos, con intercambio de disparos hace varias noches por el control del fundo con madera, estando actualmente bajo control de mapuche que no son dueños.

Un comunero de la comunidad Lluful Sandoval, quienes actualmente estan al interior del fundo San Miguel, señaló que no saldrán del lugar, confirmando los disparos y hechos de violencia, agregando además que Viera Gallo les prometio que el predio sería traspasado ahora a ellos.

Al respecto el abogado de Luchsinger, Carlos Tenorio, confirmó que San Miguel ya fue traspasado a los comuneros de la Juan Catrilaf 2, señalando que el agricultor siempre dijó lo que esta pasando ahora, que los fundos estarán en muy malas condiciones cuando fueran entregados a los comuneros.

Otro grave foco de conflicto que se viene repitiendo hace días, es el que se da en el Fundo Santa Margarita, donde los comuneros de las comunidades colindantes, intentan sistematicamente ingresar el predio, siendo recibidos y repelidos a balazos por los de la Juan Catrilaf.

Lo más preocupante son las amenazas de incendios en casas y amenazas con armas de fuego entre mapuches, quienes pelean por tierras que el gobierno entregó a sólo una comunidad que no era vecina de los fundos de Luchsinger, supuestamente para bajar el nivel de violencia de los favorecidos de la Juan Catrilaf. Con esto, el ejecutivo generó un foco de conflicto que señalan como “un problema entre particulares”, desentendiendose del tema, pero los indigenas sistematicamente han señalado su temor a que todo termine con un baño de sangre y victimas fatales por los enfrentamientos con escopetas.

Otro punto preocupante son los codigos internos de los mapuche, quienes no denuncian estos hechos de violencia a la policia, arreglandose y saldando cuentas de cada ataque en forma interna.