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Japón logró capturar la primera imagen de basura espacial flotando en la órbita de la Tierra con el satélite ADRAS-J. Este hito destaca la importancia de controlar las más de 9.000 toneladas métricas de desechos que orbitan el planeta.

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Japón captó la primera imagen de una basura espacial flotando a la deriva en la órbita de la Tierra, se trata de un fragmento de un cohete que nos da una idea a simple vista del desafío que implica controlar este tipo de desechos.

La foto se logró gracias a Astroscale, una compañía privada japonesa que entrega servicios satelitales, sostenibilidad orbital y que recientemente lanzaron el satélite Active Debris Removal by Astroscale-Japan (ADRAS-J), dedicado a la inspección de desechos en órbita.

ADRAS-J, de hecho, fue seleccionado por la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) para la Fase 1 de su nuevo Programa de Demostración de Eliminación Comercial de Desechos (CRD2).

Este programa, tiene como objetivo realizar operaciones de encuentro y proximidad (RPO) con piezas importantes de basura espacial, para determinar su estado, su nivel de peligrosidad respecto a un posible impacto con satélites u otros objetos en la órbita y cómo eliminarlas.

Como primera misión, ADRAS-J está monitoreando de cerca la etapa superior de un cohete japonés que quedó desechado en el espacio, para caracterizarlo y evaluar su movimiento.

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Basura espacial captada por el satélite japonés ADRAS-J | Astroscale

Toneladas de basura espacial

La basura espacial, o como los llama la NASA formalmente “desechos orbitales”, son fragmentos que quedaron de naves espaciales, satélites obsoletos, misiones fallidas, entre otros.

De acuerdo con la Oficina de Programas de Desechos Orbitales de la NASA, son “naves espaciales abandonadas y etapas superiores de vehículos de lanzamiento; vehículos portadores de múltiples cargas útiles; desechos liberados intencionalmente; desechos creados como resultado de explosiones o colisiones de naves espaciales o de etapas superiores; efluentes sólidos de motores de cohetes y pequeñas motas de pintura liberadas por estrés térmico o impactos de pequeñas partículas”.

De estos existen de diferentes tamaños, no se puede saber con exactitud de que tamaño es cada desecho, pero la agencia espacial determinó que a la fecha “existen más de 25.000 objetos de más de 10 centímetros”.

En total, “en enero de 2022, la cantidad de material que orbita alrededor de la Tierra superó las 9.000 toneladas métricas“.

Los científicos señalan que este sería un peligro creciente, ya que al orbitar la Tierra, pueden llegar a interferir con los satélites, naves espaciales, o incluso la Estación Espacial Internacional (ISS), que ya en varias ocasiones ha tenido que esquivar fragmentos más grandes de desechos.

Por esto último, las agencias espaciales alrededor del mundo hacen esfuerzos para mantener controlados estos flujos de basura y dejar la menor cantidad de desechos posibles tras sus misiones espaciales.

Con el tiempo, algunos fragmentos salen de la órbita y terminan cayendo a la Tierra en algún lugar remoto del océano, pero la mayoría siguen allí afuera.