“El Santos comunica, que en la fecha del 09/12/2019, en una reunión realizada por la mañana en el centro de entrenamiento Rey Pelé, el entrenador Jorge Sampaoli pidió dimisión del cargo”, así comienza la historia del escándalo que tiene pendiente a todo el fútbol brasileño.

Un anuncio que causó extrañeza. Pese a que el ‘Peixe’ pasa por un delicado momento financiero, Sampaoli cumplió una notable campaña, llevando a su equipo al segundo lugar del Brasileirao con un récord histórico de puntos.

Sin embargo, problemas insostenibles con la dirigencia del club volvieron a marcar una nueva aventura del trasandino, que entregó su versión de los hechos y negó tajantemente haber renunciado.

En conversación con Lance , señaló que “no renuncié oficialmente. Esa es la verdad. El club debe ser responsable y mostrar la documentación del despido. Ahora estoy seguro de que me voy. Quiero estar lejos de este caballero”, señaló en directa alusión a José Carlos Péres, presidente del club.

Espn Brasil entregó detalles de la tensa reunión: Sampaoli habría tratado de mentiroso al timonel del cuadro paulista, quien se negó a su solicitud de invertir más de 20 millones de dólares para luchar por la Copa Libertadores.

Después está la ‘cláusula de la discordia’. Por un lado, Santos exige el pago de la rescisión que asciende a 2 millones de dólares por él y tres millones por el resto del cuerpo técnico. Sampaoli insiste en que no renunció por lo que está exento de pagar.

Independiente de cual sea la solución, el argentino queda libre y su nombre suena para llegar al Palmeiras o Racing de Avellaneda . Se trataría de un nuevo salto en su exitosa carrera, que también está marcada por estos problemas.

Miguel Schincariol | Agence France-Presse
Miguel Schincariol | Agence France-Presse

“El chancho arriba de un árbol”

Claudio Borghi pasaba por uno de sus momentos más delicados al mando de la selección chilena tras sendas derrotas ante Colombia y Ecuador por las clasificatorias rumbo al Mundial de Brasil 2014.

Así comienza la historia de Jorge Sampaoli con La Roja, de la cual saldría entre polémicas declaraciones, afirmando que se sentía como un rehén.

Calzado con el buzo de la Universidad de Chile, el ‘casildense’ maravillaba a todo el continente tras alzarse con la Copa Sudamericana y tres campeonatos locales. Más allá de los números, lo que seducía era la propuesta que presentaba en todos los campos de juego.

Según reveló el propio Borghi, Sampaoli se juntó a mediados de octubre de ese año- mientras el ‘Bichi’ aún era técnico de Chile– con un alto personero de la ANFP para discutir una posible llegada al ‘equipo de todos’. Era Sabino Aguad, quien le recalcó que ‘era la persona ideal para asumir en el cargo’.

La historia es conocida y tras una dura derrota ante Serbia, el ‘Bichi’ abandonaba el cargo y dejaba el camino despejado para que Sampaoli diera el gran salto tras una larga trayectoria buscando su oportunidad en ligas de menor renombre.

Tiempo después, y en medio de las críticas por su rendimiento en la selección argentina en el Mundial, Borghi aprovechó para repasar al técnico por las rencillas anteriores.

“Yo lo admiro muchísimo. En mi barrio le diríamos chancho arriba de un árbol, porque nadie sabe cómo llegó tan alto”, agregó a TyC Sports.

A los días se mostró ‘arrepentido’ y rectificó su aclaración: “No puedo faltar el respeto así a los chanchos. Es un tipo inteligente. Ha llegado a un lugar impensado, a pesar de que los métodos no son los correctos. Pero muchos van a hacer lo que hizo Sampaoli: pisar huevos y enojar a la gallina, y si la gallina no dice nada, saltarla”.

Archivo | Agencia UNO
Archivo | Agencia UNO

“Dejando el país como un rehén”

La historia de la ‘Generación Dorada’ no se puede escribir sin Jorge Sampaoli. Bajo su dirección, la selección chilena consiguió el primer título de su historia, tras coronarse campeón de la Copa América 2015. El Casildense tocaba la gloria con sus manos.

Meses después la historia sería radicalmente opuesta. Sampaoli se iba del país por la puerta de atrás y afirmando que se sintió como un rehén. Todo comenzó con el escándalo de Sergio Jadue, que dejó Quilín tras destaparse los casos de corrupción en la Conmebol.

Arturo Salah tomó el puesto, y desde un principio las cosas no funcionaron: en tres reuniones no se llegó a un acuerdo. “Sampaoli pidió rebajar la cláusula de salida y nosotros queremos que respete su contrato”, indicó el timonel en ese entonces de la ANFP.

Después vendría la réplica del trasandino, con una frase que hasta el día de hoy le vale las críticas: “Nunca imaginé que en tan poco tiempo se iba a destruir la imagen de un ídolo que tanto le dio al fútbol chileno… Me siento como un rehén”.

El contrato estipulaba más de seis millones de dólares, cifra muy superior a lo que el estratega estaba dispuesto a pagar. Entre ‘tira y afloja’, y, con un ambiente desgastado, se llegó a la solución.

Sampaoli renunció a los premios obtenidos por la Copa América, pagó 1,8 millones de dólares y puso fin a un exitoso proceso deportivo, donde posicionó a La Roja como una de las mejores selecciones del mundo.

La historia no queda ahí y a fines de septiembre el ex técnico del Santos demandó a la ANFP por tres mil millones de pesos , pues asegura haber sufrido perjuicios morales al vincularlo con la figura de Sergio Jadue.

Según detalló La Tercera, el casildense presentó un escrito en el 1ª Juzgado Civil de Santiago y dirigió su reclamo al actual presidente Sebastián Moreno, destapando otro foco de conflicto: los impuestos.

“Esta parte del acuerdo no fue cumplida cabalmente por la ANFP, pues solo pagó parte de los impuestos girados, no reembolsando hasta la fecha la mayor parte de esos impuestos, pagados directamente por los señores Sampaoli, Becaccece y Desio, y que la ANFP debía reembolsarles”, señalaron.

Mario Davila | Agencia UNO
Mario Davila | Agencia UNO

No me voy ni por plata ni por otro club ni un mercenario

Los hinchas del Sevilla deben tener sentimientos encontrados a la hora de hablar de Jorge Sampaoli. En su primera experiencia en el fútbol europeo, el ‘casildense’ encandiló a toda la afición con una impresionante campaña.

El romance era evidente y más aún tras ganarle el clásico al Betis, donde el técnico desató toda su euforia y pasión con los aficionados.

Era pleno 2017 y una situación cambió totalmente el rumbo de sus planes. Se daba como un hecho la salida de Edgardo Bauza en la selección argentina y el rumor de su nombre comenzaba a sonar con fuerza. De manera impensada, se le presentaba el sueño de toda su vida.

Así comenzaron los problemas y cuando la liga española llegaba a su fin, Sampaoli comunicó su deseo de emigrar a la ‘albiceleste’:”Mi sueño desde que tengo uso de razón es dirigir la selección de Argentina. Como argentino, no puedo rechazar esta posibilidad aunque se rompa una carrera en Europa que ha empezado muy bien”.

“No estoy dejando al Sevilla por otro club, estoy dejando al Sevilla, si se da, por mi selección. Es un cambio vinculado con el corazón por mi país”, agregaba entre otras razones según consignó Marca.

Nuevamente, el tema a arreglar era la cláusula de recisión. El presidente del Sevilla, José Castro, no dio el brazo a torcer y recalcó a la AFA que “si quieren llevarse a Sampaoli deberán pagar la cláusula de rescisión, ya que tiene un año más de contrato. Si no la abonan no hay ningún tipo de negociación”.

Llegado el último partido, Sampaoli se fue abucheado por gran parte de la afición, pese a golear por 5-0 al Osasuna. El quiebre estaba declarado y era cosa de horas la confirmación de su salida.

Sampaoli se abstuvo de dar más declaraciones y dejó en manos del ente que preside Cristian ‘Chiqui’ Tapia la solución. Finamente el Sevilla anunció su desvinculación después de que la AFA aceptara abonar el pago de los 1, 5 millones de euros.

Para el recuerdo quedó aquella conferencia de prensa entre discusiones con los periodistas: “Ganaron ustedes. Los que quisieron que me piten lo lograron. No me voy ni por plata ni por otro club ni un mercenario. Si me voy, me voy a la selección de mi país”.

Ahora la tónica se repite en Brasil. Grandes éxitos deportivos pero problemas dirigenciales que terminaron por empañar de alguna forma la carrera de uno de los grandes técnicos que ha dado Sudamérica en el último tiempo.

Cristina Quicler | Agence France-Presse
Cristina Quicler | Agence France-Presse