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Las alarmantes imágenes de los geoglifos destruidos en el desierto de Atacama por el paso indiscriminado de motos, jeeps y buggies, han causado conmoción a nivel mundial, siendo calificado por medios como el New York Times o El País como "una tragedia". La Fundación Desierto de Atacama denunció que estas figuras prehispánicas están siendo borradas por la irresponsabilidad de conductores que ignoran las advertencias y carteles en la zona.
Las alarmantes imágenes de los geoglifos destruidos en el desierto de Atacama por el paso indiscriminado de motos, jeeps y buggies, están dando la vuelta al mundo. Medios como el New York Times o El País, catalogan este hecho como “una tragedia”.
Recordemos que, a inicios de septiembre, la Fundación Desierto de Atacama denunció que estos vehículos están borrando los geoglifos del Complejo Arqueológico Alto Barrancos, de la región de Tarapacá.
Estas figuras hechas por culturas prehispánicas que habitaron el norte de Chile, se han preservado durante más de mil años debido a las condiciones del desierto, pero ahora la intervención humana los está eliminando.
La indiferencia de estos conductores con el patrimonio traspasó fronteras y llegó a medios internacionales, ya que la destrucción de lo que quedó de las poblaciones ancestrales significa una gran pérdida para la cultura y también la ciencia.
Marcela Sepúlveda, presidenta de la Sociedad Chilena de Arqueología, dijo al New York Times que hay carteles alrededor de las zonas arqueológicas para advertir a posibles visitantes, por lo que los conductores saben por donde pasan.
“Los geoglifos son gigantescos. Nadie puede decir que no los vio. Eso es imposible“, señaló.
Luis Pérez Reyes, director del Museo Regional de Iquique, apuntó a que “es una tragedia” y también explicó que comenzó a poner denuncias formales en 2017, pero las autoridades continúan autorizando carreras y otras actividades en esta parte del desierto.
Organizadores de carreras como Atacama Rally, fueron consultadas por el medio y negaron cualquier responsabilidad con los daños, ya que ellos siguen los conductos legales para estos eventos.
“El verdadero problema son los conductores que circulan en motos alquiladas por el desierto sin permiso. Nadie les dice nada”, planteó.
Además, pese a que en Chile la normativa puede penar con hasta 5 años de cárcel y multas de más de 10 millones de pesos, muchas veces las denuncias son desestimadas o los casos quedan abiertos por falta de pruebas.
La Fundación Desierto de Atacama posteriormente también identificó este tipo de daños en el sector de La Puntilla, un sitio arqueológico descubierto hace poco en la región de Antofagasta, por el paso de camionetas 4×4.
