El famoso y temible Conde Drácula -el vampiro más famoso de la historia- no surgió de la nada, el escritor irlandés Bram Stoker lo ideó en 1897 tomando como inspiración a un hombre de carne y hueso que vivió unos siglos antes: Vlad Draculea (de ahí el nombre del personaje).

Conocido como Vlad III, el empalador (Vlad Tepes en rumano) vivió entre 1431 y 1476 y aunque es considerado un héroe nacional en Rumania -su ciudad de origen- también es recordado como uno de los hombres más sádicos y despiadados de la historia.

Y es que Vlad, quien se enfrentó al imperio otomano para evitar a toda costa su expansión, tenía la costumbre de empalar a sus enemigos y torturarlos de las maneras más crueles que se pueden imaginar.

Vlad Tepes, quien era príncipe de Valaquia -sur de Rumania- nació en Sighișoara (Transilvania) y se le asignó el nombre de “Vlad, el empalador” alrededor de 1550, es decir, después de su muerte. Antes era conocido por los turcos otomanos como Kazıklı Bey (Señor Empalador) luego de que encontraran bosques de empalados dispuestos por este cruel hombre.

Vlad Tepes
Vlad Tepes

Según cuenta la historia, este príncipe y luego rey forjó su carácter despiadado debido a la traumática infancia que tuvo, pues en 1444 cuando tenía 13 años, él y su hermano Radu fueron entregados por su padre -un príncipe de la Orden del Dragón- como rehenes al imperio otomano, lo que suponía una forma de sumisión.

Allí el joven Vlad estuvo a cargo del sultán Murat II. Cuando volvió a casa tres años después supo que su padre murió apaleado y su hermano Mircea fue enterrado vivo luego de que le quemaran los ojos con un fierro caliente por orden de quien fuera aliado de su padre, el conde Juan Hunyadi junto a boyardos -nobles- locales , consigna el diario español ABC.

Este hecho marcó su vida y su historial de crueldad, pues al ser coronado rey de Valaquia, se dedicó a vengar a su familia usando los métodos de tortura y asesinato más crueles que pueden haber. Entre ellos estaban el empalamiento (atravesar con una estaca por el recto, vagina, boca o costado) como principal, pero también estaban la amputación de extremidades, nariz y orejas, extracción de ojos con ganchos, estrangulamiento, la hoguera, castración, desollamiento (arrancar la piel), exposición a fieras salvajes y la lenta destrucción de pechos y genitales, entre otras.

Con el objetivo de vengar la muerte de su padre y hermano, en 1459 organizó una cena de Pascua a la que invitó a varios boyardos. Una vez terminada la comida, hizo que empalaran a los más viejos y a los jóvenes los mandó a trabajar construyendo fuertes en un lugar lejano donde debían llegar a pie. De éstos últimos, la mayoría murió de cansancio extremo en el camino y otros de agotamiento a lo largo de los meses, mientras estaban en las obras.

Peo no actuaba sólo por venganza, también usaba sus métodos de tortura para eliminar a sus enemigos, la disidencia, delincuentes e incluso a los nobles que quisieran detenerlo o llevarle la contra. Se estima que entre 1456 y 1462 ordenó 60.000 empalamientos.

A Vlad le gustaba organizar empalamientos masivos y formar figuras geométricas con ellos, creando verdaderos “bosques de empalados”. La figura más común en sus “bosques” eran anillos concéntricos en los que la altitud de la estaca mostraba cuán importante había sido el cargo de la víctima en vida. Los cadáveres podían pasar meses ahí pudriéndose, lo que le servía para espantar a sus enemigos. De hecho, en una ocasión el ejército turco desistió de invadir Valaquia al encontrarse con miles de empalados a orillas del río Danubio.

Vlad come frente a sus víctimas
Vlad come frente a sus víctimas

Otro de los episodios recordados, cuenta que en una visita de embajadores turcos a Valaquia, éstos no se quitaron sus sombreros ante Vlad, aunque sí le hicieron una reverencia. Esto indignó al despiadado gobernante, quien les llamó la atención. Sin embargo, los diplomáticos respondieron que no se quitaban sus boinas nunca, ni siquiera ante el emperador. Ante tal réplica, Tepes mandó a fijar los sombreros en sus cabezas usando clavos.

Ya en 1459, el empalador decidió no pagar más tributos al sultán otomano, y organizó junto al ejército de Hungría varios ataques contra el imperio, desatando terror en Constantinopla.

Años más tarde, la nobleza de Valaquia aprovechó la ausencia de Vlad, y alzó como rey de la zona a su hermano Radu, mientras Tepes era encerrado en la Torre Real. Recién en 1474 fue dejado en libertad.

Cuando el gobierno de su hermano fue derrocado, Vlad reanudó la guerra contra el imperio otomano. Pero luego fue asesinado en 1476 por los turcos, quienes llevaron su cabeza como trofeo al sultán, quien la puso en una estaca.

Pero, ¿cómo este torturador inspiró la historia de Drácula? Lo que ocurre, es que la leyenda señala que Vlad bebía la sangre de sus víctimas en copas, mientras cenaba en presencia de sus cuerpos empalados. Esta situación, sumada a su sádica personalidad, inspiró a Bram Stoker a escribir la famosa novela de 1897, que se convirtió en un éxito y una inspiración para numerosas películas.

Vlad Tepes comiendo en uno de sus bosques de empalados
Vlad Tepes comiendo en uno de sus bosques de empalados

Sin embargo, casi todas las cintas hablan del vampiro y no del personaje histórico. Sólo un film rumado llamado “Vlad Tepes” de 1979, dirigida por Doru Nastase, cuenta la historia del gobernante, donde se le muestra como un héroe.

Probablemente esto tiene que ver con que en 1976, al cumplirse 500 años de su muerte, el gobierno comunista de Nicolae Ceaucescu lo declaró “Héroe de la nación”, argumentando que era un hombre justo y amante de su patria, excusando que su brutalidad era la única forma en que entonces se podía controlar a los enemigos y evitar la expansión de éstos.

Christopher Lee como Drácula
Christopher Lee como Drácula