“Nos siguen pegando bajo” es el libro de Jaime Retamal Salazar, de Ceibo Ediciones, en el que, desde una postura clara y activista, analiza en forma ácida la influencia de Jaime Guzmán en la Educación en el Chile de las últimas tres décadas.

Un texto breve (80 páginas de texto), con una escritura a veces innecesariamente complejo y barroco, que asume una postura clara que no se disfraza para atacar al principal ideólogo de la Dictadura Cívico-Militar, que tiene la gran virtud de analizar a través de citas escogidas la postura y razonamientos de Jaime Guzmán y que quedaron plasmadas en la Constitución de 1980. Y que inciden de manera drástica en la educación chilena hasta el día de hoy.

Una secuencia de razonamiento y de argumentos sólida que permite ver con claridad –asumiendo la postura explícita que toma el autor- cómo el pensamiento de Guzmán se mantiene vivo y vigente hasta hoy y permite explicar en buena medida lo que hoy pasa en este ámbito.

Leer este libro no sólo permite entender la realidad de la Educación hoy, sino que la situación de otras áreas que, finalmente, han estado regidas por la misma matriz y estructura de pensamiento que podríamos resumir de la siguiente forma:

El ser humano, por ser divino, es anterior al Estado y por lo tanto tiene preeminencia antes éste, y por lo tanto lo esencial es el individuo (individualismo) y que, por lo tanto, el rol del Estado es sólo subsidiario. Y mientras más pequeño el Estado mejor.

Esta matriz de pensamiento también plantea que el Creador nos hizo diferentes, y por lo tanto las diferencias son algo natural y no hay por qué eliminarlas:

“Por lo demás, la historia es un testimonio sostenido de que en todos los campos de la vida humana, desde la filosofía o la ciencia, hasta el arte o la economía, desde el cultivo del saber hasta el deporte físico, siempre el progreso se ha logrado por el fruto con que la obra de pocas eminencias cumbres se ha derramado sobre el resto del cuerpo social. Y el logro del bienestar material no constituye una excepción a dicha realidad. Lo único difícil es que ello implica aceptar la desigualdad como un dato de la Creación. Por ello es que la utopía del igualitarismo absoluto paga siempre el precio de lo antinatural” (Jaime Guzmán, ¿Qué no haya ricos o que no haya pobres?, Editorial anónima en Revista Realidad, marzo de 1980)

En la cita anterior vale destacar que Guzmán plantea no actuar frente a las desigualdades establecidas por el “Creador” (sin mencionar que la mayoría de ellas han sido “creadas” por los seres humanos y sus sistemas políticos, económicos, sociales y culturales) o el igualitarismo absoluto (un libre mercado radical o un sistema como existía en la Unión Soviética… como si en esa época no hubiesen existido otras opciones).

Pero Retamal no se queda en eso. Además de tener un contundente y ácido capítulo sobre el mal radical –citando a Richard Bernstein y Hannah Arendt-, materializados en la Dictadura, culmina con un texto sobre los continuadores de la “obra” de Guzmán-Pinochet, es decir el perfeccionamiento realizado en gobiernos de la Concertación al modelo (en palabras del autor).

Un libro recomendable, necesario para entender o al menos para iniciar una discusión seria y profunda sobre lo que se quiere para el país, en particular en Educación.