El francés Sébastien Loeb, que domina de manera aplastante el Mundial de Rally (WRC), quiere acabar de apretar las tuercas a sus rivales en la prueba de Alemania, una de sus pruebas fetiche, que se disputa del jueves al domingo en Tréveris (suroeste del país).

El piloto de Citroën, vencedor en ocho ocasiones entre 2002 y 2010 del Rally de Alemania, hace un año, como su compañero de equipo de entonces, el también francés Sébastien Ogier (Volkswagen), se llevó la victoria.

“Tuve mala suerte al pinchar en plena recta. Desde entonces, Michelin reaccionó introduciendo neumáticos nuevos con una estructura más rígida. Estoy satisfecho con los progresos realizados durante las pruebas”, explicó el piloto alsaciano.

“Corremos el riesgo de ser menos eficientes en las zonas más abruptas, pero será igual para todos los pilotos”, añadió el ocho veces campeón del mundo.

Para intentar conseguir su 74ª victoria en el Mundial, Loeb y su copiloto Daniel Elena harán uso de la gran moral con la que llegan al trazado de Alemania después de imponerse en el exigente Rally de Finlandia.

El dúo galo inscribió por tercera vez en su palmarés la prueba escandinava y firmó su sexto triunfo en la temporada, el cuarto consecutivo, en ocho carreras disputadas.

Con la segunda plaza del finlandés Mikko Hirvonen (Citroën), el equipo francés consiguió su quinto doblete de la temporada y amplió su ventaja al frente del Mundial de constructores.

En la clasificación de pilotos, Loeb saca 43 puntos a Hirvonen, que podría ser su máximo adversario este fin de semana, aunque el trazado germano le resultará menos natural que el de su Finlandia natal.

Los Ford, que firmaron una buen rally en tierras finlandesas, intentarán poner en apuros a Loeb.

Sin embargo, queda la duda de si el finlandés Jari-Matti Latvala y el noruego Petter Solberg podrán plantar cara a Loeb, puesto que el galo, que parece intocable, demostró de largo ser superior al resto de sus rivales.

“Dicen que Tréveris es mi casa, porque está cerca de Alsacia, me gusta mucho esta prueba porque siempre hay amigos que me apoyan y porque gané aquí ocho veces”, señaló un sonriente Loeb.

“Aun así no será fácil, sobre todo en el caso de que llueva (se anunciaron probabilidades de tormenta para el viernes y el sábado). El lodo formado en la trayectoria provoca cambios de adherencia radicales que pueden ser difíciles de gestionar en rutas tan estrechas y rápidas”, apuntó el piloto de Citroën.

Vencedor el año pasado en el circuito alemán, el francés Ognier no lo tendrá nada fácil para reeditar su triunfo. Mientras espera poder pilotar el futuro VW Polo WRC, el corredor de Gap (sureste Francia) buscará imponerse al mando de un Skoda Fabia S2000.

“El rally es complicado, principalmente por las numerosas curvas cerradas que hay en el circuito. Hay que utilizar el freno de mano más a menudo que en cualquier otro evento de la temporada, con el riesgo de perder mucho tiempo”, explicó Ogier.

Novena prueba del calendario del Mundial de Rally (WRC), la cita alemana (15 especiales, 1.100 kilómetros) debe permitir a Volkswagen (a través de Skoda) adquirir experiencia a domicilio con vistas a su compromiso a tiempo completo en 2013.