Problemas de diseño y de construcción son los que presenta el gimnasio del liceo A-21 de Talcahuano, que tendrá que demolerse. Una información que a pesar de tener disponible hace tiempo, la Seremi de Educación y el alcalde de Talcahuano aún no entregan a la comunidad buscando “un espacio en sus agendas”.

Los problemas en el Liceo A-21 de Talcahuano son consecuencia del estado y la preocupación en la educación pública.

En esta línea, el gimnasio fue la “guinda de una torta” triste que se reitera, y que dejó durante meses en incertidumbre no sólo a la comunidad educativa del Liceo A-21 sino a los habitantes de la zona, por los recursos invertidos y por la negligencia o falta de prolijidad de quienes deben tomar decisiones.

En este contexto, aparecen el Ministerio de Educación, representado en la Seremi en la Región del Bío Bío, y la Municipalidad de Talcahuano, que desde hace días respecto al Mineduc y hace semanas en relación con el municipio cuentan con los resultados de los estudios que, de forma independiente, cada institución mandó a hacer.

Ayer se iban a dar a conocer los resultados. Ayer se iba a saber qué llevó a los pilares del Gimnasio del Liceo chorero, a resquebrajarse porque no soportó el techo, siendo un peligro inminente el término de las obras.

Ayer se debía conocer oficialmente si la responsabilidad de cargo correspondía al Mineduc o a la Municipalidad, por no salvaguardar que el diseño o la construcción se hicieran de buena forma, además de las empresas mandatadas, claro está.

Pero el punto de prensa se canceló porque se retrasó una autoridad, y no se pudo reprogramar en lo inmediato porque, y esto se dijo oficialmente, “no coincidieron las agendas”.

La comunidad debía seguir esperando porque las autoridades no saldrían juntas en la foto.

Un juego político entre los dos viejos conocidos Sergio Camus y Gastón Saavedra, que poco le importa a la gente, que quiere respuestas.

Por eso, la presidenta del Centro de Alumnos del Liceo A-21, Soraya Donoso, no tuvo problemas en contar a Radio Bío Bío lo que les anunciaron de los informes.

El diagnóstico de las entidades competentes es categórico: el gimnasio del Liceo A-21 deberá ser demolido.

Además se confirmó la ampliación de la cocina, un anhelo esperado por los estudiantes, que aprovechó de anunciarse en una reunión con la comunidad escolar.

Pero en el gimnasio ¿qué falló? Todo, según la dirigenta de los estudiantes, desde el diseño hasta los materiales utilizados.

Para Soraya Donoso, todos deben dar explicaciones, asumir responsabilidades y pagar los costos de este grave error que tendrá costos enormes para los estudiantes y para el complejo presupuesto nacional.

Es verdad, grandes responsables a los que se les solicitó esta información con tiempo.

Hace semanas la Municipalidad de Talcahuano tenía la información y no respondieron llamados, y cuando la Seremi de Educación cuenta con su información, la prefiere guardar en un cajón a la espera del apretón de manos de las autoridades.

Hoy les pedimos esta información por última vez y desde ambas partes lo harán en un futuro punto de prensa.