Todas las esperanzas en Colo Colo están puestas en la llegada de Arturo Salah a Blanco & Negro y en la contratación de Gustavo Benítez como entrenador para dar un nuevo comienzo y salir, de una vez por todas, del mal momento que ha vivido el club en los últimos años.

Tras su arribo, uno de los primeros gestos que reflejaron la honestidad del DT paraguayo fue cuando reconoció públicamente que había un gran trabajo por delante con el plantel, incluso pidió “mucho compromiso” a los jugadores con el proceso que él comenzaba a realizar.

Para muchos el primer paso es el más importante, porque entrega una señal fuerte sobre la dirección que se quiere tomar, y ésta fue la contratación de su compatriota y seleccionado nacional, Justo Villar, para que fuera el encargado de resguardar los tres palos del “Cacique”, lo que trajo buenos comentarios, ya que, como suele decirse, los equipos se arman ‘desde atrás’.

Luego de esto llegó el momento de decir adiós a varios jugadores que no rindieron en el torneo pasado como fue el caso de Francisco Prieto, Leandro Delgado, Boris Rieloff, Bruno Romo, Juan Guillermo Domínguez, Mathías Cardacio, Facundo Coria, Fernando De la Fuente, Rafael Caroca, Gerson Martínez y Roberto Gutiérrez.

Por otra parte estaba la llegada de Villar, Fabián Benítez, Jason Silva, Nicolás Crovetto, Damián Malrechauffe y Javier Toledo, quienes arribaron a la institución con una presión muy grande, ya que deberán demostrar que llegaron para aportar y no para hacer negocios, como ha sido el caso de algunos jugadores que no rindieron como se esperaba como fue el caso de Mario Édison Giménez, Miguel Caneo, Gino Clara, Juan Castillo, Miguel Ángel González, Osmar Molinas, Nelson Cabrera y Roberto Gutiérrez. Además hay que sumar a los que están en deuda con el “Cacique” como Mauro Olivi, Emiliano Vcchio, Emilio Hernández y Felipe Flores.

A todo esto hay que sumarle la partida de unos de los jugadores más importantes del plantel como era el delantero, Carlos Muñoz, quien comienza un nuevo desafío en Emiratos Árabes, pero que deja un vacío.

Si bien Colo Colo clasificó a la siguiente ronda de la Copa Chile y este fin de semana debuta por el Torneo de Apertura, su gran desafío lo tendrá en la Copa Sudamericana, ya que es el único torneo internacional que deberá disputar este año y donde las expectativas son altas, su primer rival será el debutante uruguayo El Tanque Sisley a quienes deberán derrotar para seguir en carrera y poder remendar todos estos años de mal fútbol que le deben a su fiel hinchada.