Tras una suspensión condicional del procedimiento, el Tribunal decretó la libertad de un hombre que ejercía como falso veterinario en distintas comunas de Santiago.

Se trata de Eduardo Valenzuela Esquivel, de 25 años, detenido por la Policía de Investigaciones en la comuna de Pedro Aguirre Cerda, cuando se disponía a operar a una perra.

El falso veterinario, quedó al descubierto luego que una mascota que él atendió en la comuna de Conchalí falleciera tras practicarle una intervención quirúrgica.

Su dueño, denunció los hechos ante la Brigada de Investigación de Delitos contra el Medio Ambiente y el Patrimonio Cultural (Bidema), de la Policía de Investigaciones, quienes constataron que el imputado ejercía la profesión de manera ilegal.

Según explicó el subprefecto Richard Oliva, el hombre se desempeñó durante un año como veterinario en la clínica “Gatper”, ubicada en calle Barón de Juras Reales, en la comuna de Conchalí, donde operó a una perra de raza Dogo de Burdeos, por un monto cercano a los 60 mil pesos, la cual finalmente falleció producto de una septicemia.

Oliva, manifestó además que el falso veterinario había presentado un certificado adulterado a su empleados, con el cual acreditaba el título profesional obtenido en una universidad privada, donde alcanzó a estudiar tres años de carrera.

El hecho constituye el delito denominado ejercicio ilegal de la profesión, por lo que fue formalizado ante el Décimo Segundo Juzgado de Garantía de Santiago.

El Tribunal, decretó la suspensión condicional de la causa por el plazo de un año, bajo las condiciones que el individuo fije su domicilio, firme mensualmente, y done a una sociedad protectora de animales los insumos veterinarios incautados.

Según explicó el abogado defensor Cristian Moya, el beneficio fue obtenido gracias a la irreprochable conducta del imputado.

La Brigada de Investigación de Delitos contra el Medio Ambiente investiga nuevos casos, donde se vincula a Valenzuela al maltrato animal por ejercicio ilegal de la profesión.