Luego que el economista de la Universidad Católica, Carlos Williamson, fuese nombrado como nuevo director del Servicio Civil y presidente del Consejo de Alta Dirección Pública, desde la Concertación esperan que el académico termine con la incompatibilidad -que dicen- tiene María Luisa Brahm como actual consejera del organismo y jefa de asesores en La Moneda.

En el Gobierno en tanto, afirman que ella continuará en la entidad.

Carlos Williamson es profesor de economía de la Pontificia Universidad Católica, y asumirá como nuevo director del Servicio Civil y presidente del Consejo de Alta Dirección Pública.

El académico de 57 años de edad, reemplazará en el cargo a Roxana Pérez, quien presentó su renuncia en marzo pasado.

Williamson reconoció que pretende modernizar la gestión del sector público. Además dijo que será necesario “sacar adelante el taco” que existe por los nombramientos pendientes en los cargos de Gobierno.

El nuevo director del Servicio Civil fue presentado por el Ministro de Hacienda, Felipe Larraín, quien destacó su calidad profesional.

Larraín agregó, que se está trabajando en la selección del personal, destacando el envío al congreso del nombre de Beatriz Corbo para reemplazar a Rossana Costa, quien renunció al Consejo en marzo pasado.

El Secretario de Estado explicó que no existe ningún tipo de incompatibilidad legal para que María Luisa Brahm, actual jefa de asesores del Presidente Sebastián Piñera, continúe a su vez como integrante del Consejo de la Alta Dirección Pública.

De hecho, la misma ministra vocera de Gobierno, Ena Von Baer, recalcó que Brahm ha realizado una excelente labor, por lo que continuará en su calidad de consejera.

Mientras que el presidente del Senado, el demócratacristiano Jorge Pizarro, insistió en la incompatibilidad de María Luisa Bhram, esperando que Carlos Williamson pueda regularizar esta situación.

Por su parte el diputado de la UDI, Felipe Ward, señaló que no existe tal incompatibilidad.

Ward agregó que con el nombramiento de Carlos Williamson se garantizará un proceso distinto al que aplicaba la Concertación.