El Servicio Nacional de Geología y Minería llamó a reevaluar los planos reguladores de la Región del Bío-Bío y no sólo los de las zonas costeras que fueron afectadas por el terremoto y maremoto. Agregaron que en la zona faltan recursos económicos para que el Sernageomin realice los estudios que determinaran las zonas en las que no se puede construir.

Tras el Terremoto, las viviendas no sólo sufrieron daños estructurales por el movimiento telúrico, sino también por la calidad de los suelos donde estaban emplazadas, por esta razón los funcionarios del Servicio Nacional de Geología y Minería ya comenzaron a realizar los estudios para determinar las zonas de riesgo en la región y donde simplemente no se puede volver a construir.

Pala Ramírez, Geóloga del Sernageomin, explicó que por ejemplo en Chiguayante, existen problemas en las poblaciones ubicadas en los bordes de los cerros y también en las que están en la cercanías del río Bio-Bío, donde se produjo el fenómeno denominado licuefacción.

En la comuna de Arauco, el terremoto gatilló el proceso de remoción en masa y las laderas de los cerros presentan enormes grietas, una situación que Paola Ramírez advirtió que se agudizará con la llegada del invierno, representando un peligro para la población, un ejemplo es el de Arauco es el Cerro Colo Colo.

Ante esta situación el Geólogo Christian Creixell destacó que se deben actualizar los planos reguladores de la región y no sólo los de las zonas costeras como lo solicitó el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

En el Servicio Nacional de Geología y Minería indicaron que faltan recursos económicos y humanos para realizar los estudios en la Región del Bío-Bío, ya que este año se disminuyó en un 5% el presupuesto para este organismo y enfatizaron en que hasta que no se conozca cuáles son las zonas de riesgo no se puede pensar en la construcción de viviendas definitivas para las familias damnificadas.