A la hora de poner término a una relación, la gran mayoría de las personas deciden “cortar por lo sano” y no volver a tener contacto con su ex media naranja.

Si bien algunos finalizan el vínculo en buenos términos y mantienen cierta cordialidad, hay otros que reniegan de su pasado con esa persona: regalan o botan sus pertenencias, eliminan sus datos del celular e incluso los bloquean de todas las redes sociales.

Sin embargo, existe un selecto grupo que independiente de cómo hayan terminado, no son capaces de resistirse a la tentación y acaban por cometer el “pecado capital” en cuanto a exes se refieren: volver a tener sexo.

Así lo reveló un par de estudios publicados en la revista científica Evolutionary Psychology, los cuales ofrecen una interesante visión del sexo de ruptura y lo que lleva a dos personas que terminaron a tener nuevos encuentros bajo las sábanas.

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Primer estudio: sexo de ruptura

En la primera de las investigaciones los encargados reclutaron a 212 universitarios con una edad promedio de 21 años, la mayoría blancos y heterosexuales. Todos cumplían con un requisito: en algún punto de sus vidas habían experimentado el sexo de ruptura, definido como “relaciones sexuales con una expareja romántica con quien el individuo estuvo en una relación comprometida a largo plazo, donde esta actividad sexual ocurría dentro de las 2 semanas después del término de la relación”, indicaron en el medio especializado Psychology Today (PT).

El período de 2 semanas tiene una particularidad, ya que el mismo estudio mostró que la tristeza alcanza su peak 14 días después de la ruptura y empieza a disminuir al mes. De hecho, 4 semanas después de los quiebres las personas tienden a tener relaciones sexuales con una nueva pareja.

Considerando estas informaciones, los investigadores buscaban analizar el sexo de ruptura en el período previo a que la angustia emocional fuera más alta, de modo de asegurarse que la tristeza no fuera el motivo principal, pero también antes de que comenzaran a tener sexo con otras personas.

A los participantes se les preguntó sobre la última vez que tuvieron relaciones sexuales tras un término, además de conocer sus impresiones sobre cómo se sentirían si esta acción se repitiera en el futuro.

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Resultados del primer estudio

A modo general, los hombres se mostraron más abiertos a tener sexo de ruptura que las mujeres. Esto, independientemente de si terminaron con ellos o si fue su decisión y si sus exes eran o no atractivos.

No obstante, tanto hombres como mujeres que todavía amaban a sus exparejas se mostraron decididos a tener relaciones con ellos pese al quiebre. Del mismo modo, ambos géneros utilizaban en cierto modo este tipo de sexo como una forma de “enrostrarle” a sus antiguos amantes lo que se estaban perdiendo con la ruptura.

A diferencia de las mujeres, los hombres estuvieron más dispuestos a probar nuevos comportamientos sexuales en el sexo de ruptura, probablemente como una forma de manifestar su valor sexual o recuperar a su pareja. “Alternativamente, tal vez lo vean como una oportunidad para explorar fantasías y deseos con una pareja cómoda sin miedo al juicio o la preocupación sobre cómo afectaría la relación”, explicaron desde PT.

A diferencia de los hombres, las mujeres experimentaban más sentimientos negativos al tener relaciones sexuales tras un término, y reportaron menos sentimientos positivos sobre la última vez que tuvieron este tipo de encuentros. “Esto sugiere que las mujeres son más propensas a arrepentirse del sexo de ruptura que los hombres, lo cual es consistente con investigaciones previas que encontraron que las mujeres son más propensas que los hombres a arrepentirse de sus acciones sexuales“, indicaron desde el medio.

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Segundo estudio: razones del sexo de ruptura

Para el segundo estudio, los investigadores analizaron a 92 universitarios y les pidieron elaborar una lista de todos los posibles motivos por los que ellos o alguien que conocían han tenido en algún momento relaciones sexuales de quiebre.

En total, surgieron 292 razones. Pese a ello, tras combinar respuestas similares los científicos lograron crear un conjunto de 52 motivos distintos para el sexo de ruptura, entre ellas, que el sexo es divertido, extrañan a su pareja, todavía tienen sentimientos por el otro o se sienten solos.

De forma separada, los investigadores reclutaron en línea a un grupo de 582 participantes con una edad promedio de 32 años, predominantemente blancos y heterosexuales.

Se les entregó la lista con los 52 motivos para el sexo de ruptura y se les solicitó que informaran con qué frecuencia tuvieron este tipo de interacciones con sus exparejas en el pasado, por cada una de las razones. En caso de que nunca hayan tenido relaciones sexuales de ruptura, se les pidió que indicaran las probabilidades de tenerlas por cada móvil.

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Resultados del segundo estudio

Tras ello, los científicos agruparon estadísticamente las respuestas en tres grupos principales, los cuales se presentan a continuación:

1. Querer que la relación se mantenga: en este grupo se incluyeron razones centradas en los elementos emocionales del sexo de ruptura como, por ejemplo, seguir enamorados o mantener sentimientos por la expareja; añorar o extrañarla; estar solo; querer atención; o sentirse mejor junto a ella.

2. Querer que se mantenga el placer: en este grupo se sumaron los motivos relacionados con los elementos agradables y físicos del sexo de ruptura, como tener una experiencia divertida y emocionante, aliviar la tensión sexual, satisfacer necesidades y tener una pareja con la que te sientas cómodo.

3. Tener sentimientos ambivalentes: aquí se agruparon las razones centradas en lidiar con emociones no resueltas, es decir, seguir adelante y/o usar estas relaciones sexuales como un medio para un fin. Aquí se incluyeron tener “sexo por odio o venganza”, tratar de superar a su ex, querer recuperar el poder o sentirse seguro, y lidiar con el estrés.

Junto con estos tres principales grupos, hubo otros motivos de interés que parecieron no encajar en ninguno de estos ítems. Por ejemplo: estar borracho, querer decir un “adiós final” y no ver ninguna mejor opción, entre otros.

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Comentarios finales

En palabras de Justin J. Lehmiller, psicólogo y colaborador de Psychology Today, estos resultados nos muestran que el sexo de ruptura es un fenómeno complicado. “Las personas pueden tener relaciones sexuales con un ex poco después de romper por una amplia gama de razones. Sin embargo, parece haber algunas diferencias de género en la disposición a tener relaciones sexuales de ruptura, y las motivaciones para perseguirlo, al igual que cómo se siente después”, indicó.

A ello agregó que el hecho de que las mujeres tienden a no sentirse bien con sus experiencias sexuales de ruptura tiene varias explicaciones potenciales. “Podría ser una función del doble estándar sexual, o la idea de que las mujeres tienden a ser juzgadas más duramente que los hombres por sus comportamientos sexuales”, dijo.

En este contexto, añadió que por su parte “la razón más común de los hombres para tener relaciones sexuales de ruptura fue el hedonismo (…) Así que si los hombres son más propensos a recurrir al sexo de ruptura puramente para el disfrute sexual, probablemente no es sorprendente que informen tener experiencias más positivas con él”.

Finalmente, el experto concluyó que pese a lo llamativo de los resultados, estos hallazgos no nos dicen qué tan común es el sexo de ruptura en la actualidad y tampoco fueron extraídos de una muestra representativa de la población. “Por lo tanto, es posible que las personas puedan tener relaciones sexuales de ruptura por otras razones, y que los motivos más comunes puedan variar entre diferentes grupos de personas”, expresó.