La princesa Eugenie, nieta de la reina Isabel II del Reino Unido, se casó este viernes con Jack Brooksbank en el castillo de Windsor.
Eugenie de York, de 28 años, es la hija menor del príncipe Andrés y Sarah Ferguson y novena en la línea sucesoria del trono. Por ello es le considera un miembro menor de la familia real británica.
En tanto, Brooksbank, de 32 años, es representante británico de la marca de tequila Casamigos -la firma fundada por George Clooney-.
La ceremonia se celebró en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, el mismo lugar donde el príncipe Harry y la exactriz estadounidense Meghan Markle se dieron el sí en mayo.
Para la ocasión, Eugenie lució un vestido blanco con una larga cola, diseñado por la marca británica Peter Pilotto.
El traje era ajustado en la cintura, de mangas largas, sin encaje y con un amplio escote delantero y trasero.
Justamente ese escote fue el que llamó bastante la atención durante la ceremonia, pues se pudo observar que dejaba a la vista la gran cicatriz que la princesa tiene en la espalda.
La cicatriz es producto de una operación a la que se sometió Eugenie a los 12 años, para corregir una escoliosis que la afectaba (curvatura lateral de la columna vertebral).
Antes de su boda, la princesa ya había adelantado que no ocultaría su cicatriz durante el evento, expresando en una entrevista con el programa británico This Morning que sería una especie de honor a quienes la ayudaron con su enfermedad en el hospital ortopédico londinense Royal National Orthopaedic Hospital.
“Me operaron de la espalda cuando tenía 12 años y lo verán el viernes. Es una linda forma de honrar a la gente que me ayudó y un modo de apoyar a las personas jóvenes que tiene que pasar por esto“, dijo, según cita el periódico británico Metro.
Al respecto, añadió que “creo que se puede cambiar el estereotipo de belleza y que puedes mostrar a la gente tus cicatrices, y considero que ésta es una forma muy especial de respaldar eso. Así que es muy importante para mí”.
