Tal vez hasta hace muy poco no habías notado la cantidad de veces que te tocas la cara en el día y ahora que te dicen que debes evitarlo, probablemente sientes que no puedes dejar de hacerlo.

Como ya todos saben esta -junto a lavarse las manos con agua y jabón y evitar concurrir a lugares públicos- está entre las principales medidas para contrarrestar el avance el coronavirus. Pero, ¿cómo logramos frenar esta conducta casi inconsciente?

“Es un hábito muy difícil de romper porque todos lo hacemos y muchas veces ni siquiera somos conscientes de que lo estamos haciendo”, señaló al diario New York Times, Vanessa Raabe, profesora adjunta en el Departamento de Medicina de NYU Langone Health.

Según un estudio de la Universidad de Nuevas Gales del Sur recogido por el diario El País, nos tocamos la cara hasta 23 veces por hora y alrededor de cuatro de cada diez veces ponemos nuestros dedos específicamente en la boca, la nariz o los ojos.

La psicóloga experta en ansiedad y estrés Cristina Wood señaló al medio español que muchos de estos gestos son aprendidos, por ejemplo, ponerse la mano en el mentón o la mejilla para predisponerse a reflexionar sobre algo.

Por otro lado, el estrés provocaría un aumento de la frecuencia con que te tocas la cara, según Wood. Y de hecho, si estás todo el tiempo pensando en que no debes hacerlo es probable que más lo hagas. “Es contraproducente, si te lo repites puede que hasta te empiece a picar la nariz”, dice Wood, proponiendo en su lugar pensar positivamente. Frases como “voy a mantener las manos a los lados de mi cuerpo” pueden ayudar más que “no te toques la cara”.

“La emoción que más acompaña al estrés es la ansiedad, que conduce a movimientos más repetitivos, a tocarte más la cara, genera inquietud y hace que aparezcan pensamientos negativos”, indica Wood, por lo que propone anticiparse y visualizar los movimientos que harás también podría ayudar. “Hay que tratar de visualizar en la mente los movimientos que vamos a hacer para evitar tocar superficies contaminadas, y luego llevarlos a cabo”, sugiere Wood.

Otro consejo que da es ayudarse de otros con refuerzos positivos. Por ejemplo, si logras salir a la calle y no tocarte la cara, felicítate y haz lo mismo con otras personas. “Si nos reforzamos entre nosotros, entre todos lo haremos mejor”, enfatizó.

Y paciencia porque “dicen que hacen falta 21 días para adquirir un nuevo hábito”, comenta Cristina Wood.

Algunos tips

El diario New York Times entregó algunas tips prácticos para evitarlo.

– Recurre a pañuelos desechables: cuando quieras rascarte la nariz, ajustarte los lentes o frotarte los ojos, usa un pañuelo y no tus dedos.

– Identifica por qué lo estás haciendo: Cada vez que lo hagas pregúntate por qué lo hiciste. Puede ser que descubras que te estás frotando mucho los ojos porque se te secan y podrías usar unas gotas o lágrimas humectantes. O por ejemplo, puedes notar que lo te molesta es tu pelo que se viene a la cara, entonces amárralo bien.

De hecho, Justin Ko, profesor clínico adjunto de Dermatología en Stanford Health Care, recomendó a quienes usan lentes de contacto que por estos días prefieran usar anteojos corrientes.

– Pon notas autoadhesivas en tu casa, refrigerador o escritorio como recordatorio. Puede ayudarte a modificar esta conducta inconsciente.

– Mantén las manos ocupadas. Puedes recurrir a pelotas antiestrés u otros objetos que te permitan minimizar que tus manos queden libres para tocarte la cara. Obviamente, lo que utilices debes desinfectarlo.

– Usa jabón o una loción perfumada. Así cada vez que lleves las manos a tu cara sentirás el olor y recordarás que no debes hacerlo.

“Mi consejo general sería que las personas trataran de reducir su estrés en general, en lugar de preocuparse obsesivamente por lo que tocan”, dijo Stew Shankman, profesor de Psiquiatría y Ciencias del comportamiento en la Universidad del Noroeste. “El estrés afecta su sistema inmunológico, y cuanto más estresado esté uno, más se reduce la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones”, añadió el experto.

En este sentido, el especialista recomienda realizar ejercicios de meditación y respiración para mantenerte calmado.