Un dramático caso de tortura quedó al descubierto durante las últimas horas en Brasil, luego que la policía de la ciudad de Campinas rescatara a un menor que había vivido durante un mes encadenado junto a un barril, en el balcón de su vivienda, obligado por su padre y su madrastra. Para sobrevivir, el menor de 11 años debió comer sus propias fecas.

La identidad del pequeño, por razones de seguridad, no ha sido revelada. Se sabe que las autoridades se presentaron en la casa debido a una denuncia anónima. Según el portal Acidade On, el menor se encontraba completamente desnudo, atado de manos y pies, y sin comida.

La información indica que su progenitor sólo lo alimentaba con cáscaras de platano y harina de maíz, por lo que, en la desesperación, se comió sus propias heces. “Encontraron al niño en una situación increíble y de absoluta impotencia, tratado de manera inhumana y cruel”, dijeron desde la Policía Militar de Sao Paulo en un comunicado recogido por el portal británico Daily Mail.

Policía Militar de Sao Paulo

“Con el corazón en la mano (los policías) reunieron fuerzas suficientes para rescatar a ese niño, que tenía mucha sed, atado y constantemente expuesto al sol”, añadieron en el escrito.

Su padre, que negó ser el progenitor en primera instancia, acusó que el pequeño tenía problemas psiquiátricos por lo que “daba mucho trabajo”, como razón para encadenarlo.

Los dos adultos a cargo, más su hermanastra, de 22 años, quedaron bajo prisión preventiva acusados de participar, en distintos grados, en este caso que ha sido calificado como tortura. El objetivo es evitar que los tres involucrados tengan alguna injerencia en las investigaciones e, incluso, se fuguen. Sus identidades no han sido reveladas.

En tanto, la víctima fue trasladada hasta el Hospital Municipal Ouro Verde donde se le trata una profunda desnutrición. Si bien su estado de salud es estable, según medios locales llegó pesando sólo 27 kilos.

El caso fue compartido por la Policía Militar de Sao Paulo a través de Twitter, donde escribieron “denuncia anónima permite a la policía militar salvar a un niño que estaba amarrado en un barril en Campinas”.