Medios en Italia dieron cuenta de la historia de una pareja de ancianos que, el pasado fin de semana, murieron con una hora de diferencia a causa del coronavirus. Ambos habían estado casados por 63 años.

Sus nombres son Olga (83) y Vincenzo (82), quienes vivían en la ciudad de Milán. Ambos habían celebrado el pasado 23 de septiembre su último aniversario de matrimonio.

Una de sus nietas, llamada Katia, explicó al periódico Il Messaggero que ambos habían permanecido en casa durante todo este año, y que sólo su abuelo solía salir de repente a hacer compras en el supermercado y farmacia.

No obstante, hace dos semanas el primero en manifestar síntomas de la COVID-19 fue Vincenzo, quien aparentemente contagió a su esposa, ya que también desarrolló una enfermedad respiratoria y fiebre.

Olga y Vincenzo | Archivo familiar

En este punto la familia de ambos manifestó críticas hacia el servicio médico de la ciudad, aduciendo que “durante una semana el médico no fue nunca a visitarles”, agregando que sólo les recetaron “un antibiótico diciendo que era la gripe en lugar de coronavirus”.

No obstante, el estado de salud de ambos se complicó, por lo que fueron internados en el Hospital de Monza el pasado 11 de noviembre. Una vez allí, los exámenes PCR arrojaron presencia de coronavirus.

“Mis abuelos llamaron al 112 (número de emergencias de aquel país) y les trasladaron juntos a los dos”, detalló Katia.

En ese lugar ambos no compartieron habitación, pese a que habían pedido de favor no separarse mientras estuvieran dentro. Según detallaron familiares, aquel tiempo de separación en el centro médico “fue fatal”.

Olga y Vincenzo | Archivo familiar

Asimismo, también detallaron que el pasado viernes, cuando Olga se sintió un poco mejor, pidió a una enfermera que le pasara la chaqueta de su esposo, con el objetivo de “sentirlo más cerca”.

Lamentablemente, la historia tuvo un duro final el pasado domingo, cuando la mujer falleció pasadas las 14:00 horas, mientras que su esposo lo hizo a las 15:30 horas.

En este sentido, los familiares indicaron que nunca le contaron a Vincenzo que su esposa de toda la vida había fallecido.