Una desafortunada koala viaj{o por la carretera cerca de 16 kilómetros a través de las colinas Adelaide, Australia, tras esconderse en el eje de la rueda de un auto 4WD, antes de que el sorprendido conductor fuera alertado por los quejidos del marsupial.

Se cree que el animal se habría acurrucado para dormir durante el día antes de que fuera descubierto por la noche. Ya en el camino hacia la casa de un familiar, el conductor se estacionó por que unos motoristas le hacían señas, pensando que algo estaba mal con el auto.

Sin embargo, el hombre no encontró nada inusual, así que continuó su camino. Luego, después de llegar a su destino, el conductor escuchó un llanto procedente de debajo del vehículo e inmeditamente llamó a una línea telefónica especialmente destinada al rescate de animales de ese tipo, dijo Jane Brister de Fauna Rescue SA.

The Daily Telegraph
The Daily Telegraph

“No fue hasta que salió de su coche que se dio cuenta”, dijo Brister. Agregó “ella estaba atascada allí, yo traté de sacarla, pero estaba muy apretada y colgando para salvarse”. Por lo mismo, “tuvimos que sacar la rueda pero el dueño no pudo localizar la gata o la llave para desbloquear la tuerca de la rueda así que tuvimos que conseguir ayuda de Bomberos”.

Una vez que sacaron la rueda, se dieron cuenta de que la koala estaba muy asustada. “Tenía heridas superficiales que podíamos ver, estaba cubierta de grasa y mugre desde debajo del coche”, indicó la profesional. Nombrada como Kelli, después de ser rescatada por un bombero, el marsupial fue rápidamente llevado al veterinario.

Tristemente descubrieron que Kelli había perdido a una cría. “Seguramente ella estuvo alimentándola porque cuando tienen un hijo se les notan algunos nudos en la espalda, desde donde ellos se agarran y la koala los tenía”, dijo Brister.

The Daily Telegraph
The Daily Telegraph

Asimismo, la especialista afirmó que estuvieron buscado a la cría durante dos días, pero no la encontraron. Fuera de eso, Kelli se encontraba bien, sólo que en estado de shock. Después de unos días de descanso, el animal empezó a mostrar signos de que se sentía mejor y Brister la liberó de nuevo en su hábitat.