El consumo de drogas puede transformarse en un problema grave si no se aborda de forma temprana y adecuada en la adolescencia, una etapa en que los jóvenes son más propensos a experimentar en su búsqueda de identidad y baja percepción del riesgo.
Ejemplo de ello son las cifras del 15° Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar, publicado este 2025 y realizado por el Observatorio Chileno de Drogas, que evidenciaron que la prevalencia en el consumo de marihuana es del 19,1%.
En tanto, la prevalencia en el consumo de cocaína en la población escolar en Chile es del 2,5%; mientras que el de pase base es de 1,8%.
Frente a estos datos, y en contexto del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, que se conmemora este jueves 26 de junio, desde Grupo Cetep entregaron recomendaciones para identificar cuándo un menor puede estar expuesto al consumo.
“Muchos padres no saben en qué fijarse y tienden a justificar conductas alteradas como ‘cosas de la edad’. Sin embargo, hay señales claras que pueden alertarnos de que nuestros hijos están consumiendo drogas”, señala la Doctora Mariana Labbé a través de un comunicado.
En qué fijarse si sospechas del consumo de drogas en tu hijo
Pese a que la diversidad de drogas circulantes en el país provocan efectos distintos, “todas alteran de alguna manera la conducta habitual del menor“, dice Labbé.
En ese sentido, advierte que “si un hijo comienza a actuar de forma incongruente, con reacciones desproporcionadas o visibles alteraciones físicas, es importante estar atentos”.
Bajo ese contexto, la especialista enumeró algunos indicios que deben levantar las alertas en el entorno familiar:
● Cambios repentinos en el estado de ánimo o comportamiento.
● Aislamiento, irritabilidad o evasión del contacto familiar.
● Bajo rendimiento escolar y falta de interés en actividades cotidianas.
● Pupilas dilatadas, ojos rojos, habla distorsionada o problemas de coordinación.
● Desaparición de dinero u objetos de valor del hogar.
● Presencia de nuevos grupos de amistades con conductas poco saludables.
¿Qué hacer si se detecta el consumo?
En caso de que se identifique el consumo de drogas, la experta aconseja no tener una reacción punitiva inmediata, sino intentar llevar el proceso con contención y diálogo.
“El primer paso es mantener la calma y generar un espacio de comunicación real. Hay que dejar claro que estamos ahí para proteger y acompañar, no solo para imponer normas”, afirma Labbé, añadiendo que “es recomendable acudir a un profesional especializado que evalúe la situación y oriente a la familia”.
En caso de sospechas mayores, como la presencia de síntomas físicos o hallazgos concretos de sustancias, se recomienda actuar con responsabilidad parental, buscando ayuda clínica y no dejando el tema en el silencio o la negación.
“Uno de los factores más protectores es la buena comunicación. Los adolescentes que se sienten escuchados, respetados y valorados son más resilientes ante la presión social y el consumo”, concluye la experta.