Si sientes el estómago pesado después de almuerzo, el agua de manzanilla, menta, jengibre o melisa podrían aliviar tu digestión. Tomar solamente agua, e incluso agua gasificada, también puede ayudar.

Andar con el estómago pesado por el almuerzo no es muy agradable y puede impedir que nos concentremos bien en nuestras labores. Si tienes el tiempo de tomarte algo caliente o comer una colación posterior, te recomendamos preferir los alimentos naturales que sirven para aliviar la digestión.

En el caso de las hierbas, hay varias que son de muy fácil acceso y que tradicionalmente se usan para ayudar al estómago: manzanilla, menta y jengibre.

La manzanilla es un conocido remedio natural con propiedades antiinflamatorias, así que es ideal para cuando nos excedemos con el almuerzo, mientras que la menta tiene características analgésicas, así que además de contribuir a reducir el dolor, puede ser útil para cuando sientes náuseas y otras molestias.

Según el portal de salud HealthLine, además de tomar infusión en agua caliente, también se puede masticar hojas de menta, chupar caramelos de menta natural e incluso oler esencia de menta.

El jengibre también es un antiinflamatorio y viene en varios formatos. En el caso de las infusiones, también se puede hallar mezclado con otras hierbas o con limón, lo que podría hacer el sabor más agradable.

Otra hierba que funciona para estos fines, aunque es un poco menos común, es la melisa o toronjil. El portal Business Insider en español informa que, de acuerdo a la Agencia Europea de Medicamentos, esta planta es un relajante natural que puede calmar las molestias estomacales de origen nervioso, así como la hinchazón y flatulencia.

Acompaña tu almuerzo con agua sola o gasificada

Y si no quieres tomar nada caliente o no tienes tiempo, hay una opción mucho más fácil que puedes escoger: agua.

Mantenernos hidratados todo el día siempre es esencial para la salud, pero beber agua durante o luego de tus comidas puede favorecer directamente a tu estómago.

Así lo indica el médico Michael F. Picco, de la clínica estadounidense Mayo, quien explica en el portal del recinto que “no se ha demostrado que el agua diluya los jugos gástricos ni que interfiera en la digestión. De hecho, tomar agua durante o después de una comida en realidad ayuda a la digestión”.

Añade que el agua cumple dos roles fundamentales en el proceso digestivo: “El agua y otros líquidos ayudan a descomponer los alimentos para que el cuerpo pueda absorber los nutrientes. El agua también ablanda las heces, lo que ayuda a evitar el estreñimiento”.

¿No te gusta el sabor del agua corriente? Pues el agua embotellada con gas también es una excelente opción, y todavía mejor si les agregas frutas frescas o rodajas de limón.

Esto lo aconseja la nutricionista Elisa Blázquez, en entrevista con el diario español ABC, donde apunta que el gas que se le añade al agua mineral es ácido carbónico, el cual aumenta la segregación de jugos gástricos cuando se mezcla con el pH del estómago, potenciando el proceso.