Puede que muchos se hayan preguntado cuáles son las características que definen a un ‘genio’. Se suele decir que nacen con un talento innato en alguna disciplina en específico con todo el potencial que dicha actividad requiera.
Pero, ¿qué es lo que hace tan diferentes a estas personas? No hay respuestas claras para esta pregunta, lo que sí, diversos expertos han intentado dilucidar estas características, ya que los genios son talentosos de forma natural, pero la potencialidad no es la característica que define al genio.
Por ejemplo, el doctor en musicología estadounidense Craig Wright, quien lleva más de dos décadas estudiando a las personas más brillantes de la historia y el presente, dijo en una entrevista con BBC Mundo que los mayores genios son aquellos que producen el mayor impacto en la mayor cantidad de gente y por mayor tiempo.
El especialista desarrolló una “fórmula de la genialidad”: G=SxNxD. Esto quiere decir que la genialidad (G) es igual a cuán significativo (S) es su impacto o cambio, multiplicado por el número (N) de personas impactadas y por su duración (D) en el tiempo.
Sin embargo, hay algunos hábitos y rasgos psicológicos que definen a los ‘genios’. El psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi, en su libro Creatividad, da cinco características de personalidad de los genios:
1. Analíticos e impulsivos: Los genios son personas abducidas por su trabajo, y a pesar de que estén rodeadas de personas más talentosas, su desafiante deseo de conocer la realidad supone un rasgo definitorio.
2. Autocríticos: Estos individuos dedican mucho tiempo en recapacitar acerca de lo que quieren conseguir, si han tenido éxito o no y, si no lo han alcanzado, qué deben cambiar. Además, suelen ser muy metódicos en sus procedimientos.
3. Trabajan por pasión, no por dinero: Los auténticos genios viven con amor su trabajo, y rara vez se entregan a éste por dinero o recompensa alguna, sino por pasión y vocación.
4. Son personas solitarias: Los creadores están continuamente reflexionando sobre su obra y ello conlleva algunas desventajas. Pensar en el trabajo sin parar acarrea un desgaste en las relaciones personales. La mayor parte de los genios no logran entablar relaciones sociales durante su juventud, principalmente dada su curiosidad por disciplinas que resultan extrañas para sus semejantes.
5. Pueden ser obsesivos: Gran parte de los genios desarrollan rasgos neuróticos, ya que su dedicación les vuelve egoístas y maniáticos por perfeccionar su talento.
Por su parte, Craig Wright, sostiene que muchas de estas grandes mentes es que son eruditos, que saben de distintas áreas. “La mayoría de estas personas, de una forma u otra, lo que tienen es pensamiento lateral. Ven distintas cosas de forma simultánea porque han vivido una cantidad de experiencias y, como resultado, pueden combinar distintos elementos que otros no podrían porque son aparentemente disímiles”.
El especialista también enfatiza en que “si uno está criando niños, es importante exponerlos a diferentes experiencias: si les gusta la ciencia, puedes incentivarlos a leer novelas; si les interesa la política, quizás pueden aprender a pintar. Los padres que fuerzan a sus hijos a centrarse en una actividad para ser el mejor nadador olímpico o el próximo nobel de Física se están equivocando“.
Además, Wright los cataloga como personas éticas, originales, resilientes, curiosos, rebeldes, gran imaginación, inadaptados y pasión por las actividades que realizan.
