Para tranquilidad de su madre, para tranquilidad de todas las madres de los conscriptos de Chile, para tranquilidad de todas las familias que entregan en manos de las Fuerzas Armadas a sus hijos, se debe descubrir sin mantos de duda la verdad de su muerte y aplicar la justicia ciegamente.

No es natural que una madre deba ir al funeral de su hijo. Para quienes somos madres o padres podemos sólo sospechar el dolor de perder el tesoro más grande que nos da la vida.

Tampoco es natural que un conscripto muera en manos del Ejército en tiempos de paz.

La muerte del joven conscripto y vecino de Cerrillos, Franco Vargas, no solo es una tragedia humana, sino también un durísimo golpe para la confianza de miles de familias que ponen en manos de las Fuerzas Armadas a sus hijos e hijas en busca de un mejor futuro.

Franco vivía en la población Oreste Plath y el Servicio Militar era una alternativa para pensar un futuro distinto, formarse y más adelante tomar decisiones.

Esta semana varias mamás marcharon a La Moneda exigiendo justicia para Franco. Su reclamo no es político, sino humano; quieren saber qué realmente pasó y en eso debemos llegar hasta las últimas consecuencias.

Como alcaldesa me duele que mientras damos la pelea contra el crimen organizado, por otro lado, debamos sufrir la pérdida de un joven que tenía todo por delante y cuya muerte hasta ahora no tiene explicación.

Un futuro que se vio truncado de golpe y que hoy nos cuestiona como Estado a cargo de la vida de jóvenes que buscaban servir a su Patria.

Esto además coincide con la idea de algunos diputados de reponer la Justicia Militar cuando existan enfrentamientos entre funcionarios de Fuerzas Armadas y Seguridad con civiles.

¿Justicia militar o justicia civil?

Si nos ponemos la mano en el corazón y en los zapatos de Romy Vargas, madre de Franco, ¿con qué justicia nos sentiríamos más tranquilos? ¿La justicia militar o la civil?
Desde el sentido más humano, es entendible que Romy tenga desconfianza que la muerte de su hijo sea realizada por un juez que pertenece a la misma institución que debe investigar.

Es el sentido de la estrategia legal de la familia, que buscará que la causa sea vista por tribunales ordinarios y no por tribunales militares.

Para tranquilidad de su madre, para tranquilidad de todas las madres de los conscriptos de Chile, para tranquilidad de todas las familias que entregan en manos de las Fuerzas Armadas a sus hijos, se debe descubrir sin mantos de duda la verdad de su muerte y aplicar la justicia ciegamente.

Es lo único como Estado podemos ofrecer en este momento a una familia que perdió una vida humana que nunca más podrán recuperar.

Justicia para Franco.