Para tratar una piel sensible, el autoconocimiento es primordial, pues de esta manera se logra un cuidado óptimo y un control de los síntomas.

Al momento de pensar en cómo cuidar la piel, es amplia la gama de productos que existen para tratarlo. Sin embargo, para aquellos que tienen una piel sensible, es una atención mucho mayor, pues sus efectos son más intensos y no todos los productos son aptos.

Piel sensible

La piel sensible es “hiperreactiva, pues se puede experimentar sensaciones de cosquilleo, calor (quemazón), hormigueo y picor, la mayoría de veces de manera intermitente”, explica el sitio Bioderma.

Además, según el sitio, este tipo de piel se da con mayor frecuencia en mujeres que en hombres. Sin embargo, esto también puede variar de acuerdo a la genética.

Este tipo de piel se da por dos razones en específico, un factor genético y otro ambiental. Según explicó para BiobioChile, Claudia Moreno, dermatóloga de Dermatología Estoril.

Dentro del factor genético, existen alteraciones de la producción de algunas proteínas o lípidos, en la estructura de la barrera cutánea.

De esta forma, se produce una “disfunción de la barrera, la cual provoca que se genere una piel mucho más frágil, sensible y delicada“, explicó la experta.

En cuanto a los factores ambientales, “donde existe un ambiente con una humedad baja, con mucha contaminación o en aguas muy duras, pueden generar o favorecer que una piel sensible intensifique los síntomas y las molestias de la persona“, agregó la especialista.

Cómo cuidar de una piel sensible

Para cuidar una piel sensible o una sin este tipo de complicaciones, primero que todo se debe tener autoconocimiento del cuerpo, para así identificar que cosas perjudican o benefician la piel, y tratarlo correctamente con un especialista.

Paso 1: Durante la rutina de cuidado de la piel, es importante utilizar aquellos “productos suaves (Cetaphil): lociones limpiadoras o agua micelar que permitan eliminar las impurezas de la piel y las células muertas, pero de una forma suave sin ser agresivos con la piel“, explicó Moreno.

Paso 2: Además, la experta mencionó que luego de ello, es fundamental aplicar una crema o serum que permita restablecer la función de la barrera, y así establecer una piel más sana.

Paso 3: Por último, es relevante considerar dentro de la rutina un filtro solar que proteja, no solo de la radiación ultravioleta, “sino que también la UVA, UVB, luz visible e infrarrojo“, agregó la especialista.

Diferencias entre cuidados y tratamientos

Además, según Claudia Moreno, es fundamental diferencias entre los conceptos de cuidado y tratamiento, pues no son lo mismo.

Por una parte, el cuidado es parte de la rutina diaria, donde se deben evitar los factores ambientales, “que pudieran interferir en relación a la exacerbación de los síntomas”, indicó.

Los tratamientos, en cambio, dentro de los utilizados para pieles sensibles, son los “antihistamínicos, medicamentos que tratan los síntomas de la alergia, para que así pueden mejorar los síntomas de picazón o los síntomas de ardor de la piel“, menciona Moreno.

Además, según la experta, en caso de que exista inflamación o irritación excesiva, el profesional, debiera recomendar algún tipo de corticoide o un medicamento con propiedades antiinflamatorias de acuerdo al paciente.

Cabe destacar, que la dermatóloga explica que los productos indicados para personas con piel sensible, serán aquellos que sean “dermatológicamente testeados, sin mucho perfume o colorante, que sean lo más suave y neutro posible, y que tengan un laboratorio de respaldo”, explicó Claudia Moreno.