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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La PDI desmanteló el brazo financiero del Tren de Aragua, logrando sacar ilegalmente más de 13 millones de dólares de Chile a través de un esquema de lavado de dinero con criptomonedas. Hubo 52 detenidos, la mayoría extranjeros, implicados en actividades ilícitas como tráfico de drogas y extorsión. Se allanaron 55 domicilios en diversas regiones del país. El dinero era administrado a través de testaferros en distintas empresas y luego enviado al extranjero en criptomonedas. La investigación duró más de un año y es histórica en la lucha contra el crimen organizado en Chile.

La PDI realizó allanamientos en diversos domicilios de la región Metropolitana y también en el resto del país, en el marco del desbaratamiento del brazo financiero del Tren de Aragua en Chile. Este logró sacar del país más de 13 millones de dólares en ganancias ilícitas.

En específico, se trata de delincuentes que realizaban labores administrativas para el grupo. Ellos crearon un esquema de lavado de dinero con el que lograron sacar del país 13,5 millones de dólares, esto en formato de criptomonedas para facilitar su ocultamiento.

En moneda nacional, se trata de más de $12.700 millones.

Los allanamientos realizados durante las últimas horas dejaron al menos 52 detenidos, 45 de ellos extranjeros, de los cuales 29 estaban regulares y 16 irregulares en Chile.

Además de la Metropolitana, también hubo diligencias en las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Valparaíso, O’Higgins y Bío Bío. En total, se revisaron 55 domicilios.

Patrimonio obtenido de delitos

Según se pudo establecer, el patrimonio lavado por los sujetos era obtenido de actividades ilícitas, como tráfico de drogas, secuestro, extorsión, trata de personas y amenazas.

Los aprehendidos realizaban labores administrativas para el Tren de Aragua, preocupándose de rentabilizar los dineros obtenidos en los diversos delitos cometidos por la banda.

A través de testaferros con residencia en Chile, la plata se administraba en empresas de distintos rubros, para así ingresarla al sistema bancario.

En este paso era clave la presencia de extranjeros regulares con capacidad de tener cuentas en los bancos del país. Así lo afirmó el prefecto general Hugo Haeger, subdirector de Investigación Policial y Criminalística de la PDI.

“Dada su condición de regular, ellos tienen acceso a la banca. Y, teniendo acceso a la banca, tienen acceso a productos bancarios, a ser bancarizados. Y, en este sentido, poder abrir diferentes productos bancarios para poder operar y poder iniciar el lavado de dinero a través de diferentes cuentas y criptomonedas”, señaló.

Finalmente, el dinero salía del país vía criptomonedas hacia países como Venezuela, Colombia, Estados Unidos, Paraguay, México, España y Argentina.

La indagatoria de este delito duró más de un año y es calificada por la PDI como un suceso histórico e inédito en la persecución del crimen organizado en Chile. Esta fue liderada por tres fiscalías: Taparacá, Valparaíso y Los Lagos.