Frente al planteamiento de la concejala de Santiago, Virginia Palma, de cambiar el nombre a la calle Carabineros de Chile, el exalcalde de la comuna, Pablo Zalaquett lo tildó como "un desatino", mientras que una vecina del sector apuntó a que "nos quieren quitar nuestra identidad".

Este miércoles, el concejo Municipal de Santiago aprobó el cambio de nombre a 8 calles, 2 plazoletas y un puente de la comuna. Y tras ello, la concejala Virginia Palma planteó que “habría sido un gesto potente, el cambio de nombre de la calle Carabineros de Chile por calle Derechos Humanos“. Esto “como un acto de reconocimiento y preparación a las violaciones de los derechos humanos cometidas hace muy poco tiempo y que están dolorosamente presentes”, de acuerdo a El Mercurio.

Lo que al respecto, la alcaldesa Irací Hassler, señaló que “sin duda que habrá instancias en que podamos conversar maneras de generar recuerdos, memoria, también de hechos más recientes de nuestro país para que realmente el “nunca más” se instale”.

Una vecina que vive en Ramón Corvalán con Carabineros de Chile, Marcela Prieto, opinó que “nos quieren quitar nuestra identidad“. Y criticó que el municipio no los apoyó “cuando teníamos a cientos de personas tirándonos piedras acá abajo, pero sí le importa lo que pasa luego”.

A modo de contexto, dicha calle lleva ese nombre hace más de 40 años, como parte de la zona donde se ubica la iglesia San Francisco de Borja. La que se utilizó por la policía desde 1976 hasta su destrucción durante el estallido, según consignó el medio mencionado.

Por otro lado, el abogado Óscar Acuña, exsecretario ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales, planteó que pretender cambiar el nombre a la calle “es querer inferir a la institución una nueva ofensa”. Agregando que “resulta contradictorio con el discurso que desde que asumieron las nuevas autoridades han tenido con Carabineros, donde a raíz del caos que hay en el centro de la capital destacan ahora su labor y la importancia de lo que realiza”.

Asimismo, el exalcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, lo tildó como “un desatino y una falta de respeto a los vecinos, porque uno no puede pasar a llevarlos y cambiar calles tan emblemáticas, con tanta historia”. Por ello sostiene que “esto es una pasada a llevar ideológica sin precedentes”.

Además, cuenta que pidió abordar el tema del cambio de nombre de calles con Hassler, sin embargo, no se pudo llevar a cabo porque ese mismo día se realizaría la votación en el concejo municipal.

Sin embargo, desde la Municipalidad de Santiago, informaron, a través de una declaración pública, que “bajo esta administración no está contemplado el cambio de nombre de dicha calle”. Y aclararon que dicha calle “no estuvo dentro de las propuestas presentadas para ser cambiada de nombre en el contexto de los actos de memoria a las personas víctimas de la dictadura cívico-militar”.