Extremando recursos, municipios de la región Metropolitana intensificaron la compra de raciones alimenticias y de medicamentos, ante la megacuarentena que comenzará este viernes en la Capital.

Además, se comenzaron a instalar ollas comunes y los alcaldes auguraron que, de extenderse el confinamiento, las personas comenzarán a pasar hambre.

Cuando el ministro de Salud, Jaime Mañalich, anunció sobre la imposición de una cuarentena en 38 comunas de la región Metropolitana, el intendente Felipe Guevara la calificó como uno de los desafíos más grande en la historia de Santiago.

En esa línea, los municipios han intensificado su preparación. Pese a que varios ya vienen implementando distintos planes para afrontar la cuarentena, se han debido extremar los recursos para la compra de medicamentos y alimentos, principalmente, ante el repunte del desempleo.

Por ejemplo, en la comuna de Cerro Navia, se han recepcionado 14 mil raciones alimenticias que comenzaron a ser distribuidas entre los vecinos de esa zona que, según sostuvo el alcalde, Mauro Tamayo, no tienen para comer. Al beneficio pueden acceder marcando el 1460.

Además, otras mil raciones han sido reservadas exclusivamente para adultos mayores sobre 75 años, según explicó el jefe comunal.

Desde el municipio, recordaron que los recursos no son ilimitados por lo que solicitaron al Gobierno hacer llegar dinero para poder cubrir las necesidades, que han crecido.

Mientras, en la comuna de Lo Prado implementaron un programa para la entrega de medicamentos a domicilio, contratando furgones escolares y colectiveros -que también ha visto mermados sus ingresos-, con el objetivo de que los adultos mayores no salgan de sus viviendas. Ellos pueden consultar comunicándose a la línea gratuita 800 432 100.

El alcalde Maximiliano Ríos afirmó que la ayuda de los dirigentes sociales ha sido clave para detectar los barrios donde las personas quedaron desabastecidas.

En esa línea, el jefe comunal señaló que comenzó la implementación de ollas comunes augurando que, de extenderse el confinamiento, los vecinos comenzarán a pasar hambre.

En la comuna de La Pintana, en tanto, se intensificó la sanitización de las distintas calles, ante el aumento de casos positivos de Covid-19.

La alcaldesa Claudia Pizarro, reveló que existen 816 casos positivos, de los cuales 160 están recuperados, mientras se esperan los resultados de 608 exámenes de PCR.

La jefa comunal agregó que el promedio de vecinos infectados es de 37 años, aproximadamente. Es decir, según dijo, las personas que continúan saliendo de sus hogares para cumplir sus labores, en extensos viajes que deben realizar.

Pizarro confesó que han comenzado a proliferar las ollas comunes en distintos barrios de La Pintana y llamó a sus vecinos a cumplir con la cuarentena, pese al hacinamiento que se genera en las viviendas.

En la comuna de La Pintana, el número de emergencias es el 1441.

Otro punto que preocupa a los alcaldes es el aumento de los delitos violentos. Macúl es una de las nueve comunas de la región Metropolitana que están en ese grupo.

El alcalde Gonzalo Montoya aseguró que han realizado gestiones con las policías para reducir los robos y el incumplimiento de la cuarentena, especialmente en la Población Santa Julia, donde hace pocos días se lanzaron fuegos artificiales.

El jefe comunal llamó a los vecinos a denunciar los hechos delictivos y reiteró que el número 1444 está disponible para las emergencias y el acompañamiento, en medio de la cuarentena.

Los anteriores son algunos de los desafíos y preocupaciones que han esgrimido algunos municipios de la región Metropolitana ante la megacuarentena que comenzará este viernes a las 22:00 horas.