Tras varios años de planificación, diseño y construcción, la Línea 3 del Metro de Santiago -que conecta a las comunas de Quilicura con La Reina- fue inaugurada este martes.

Se trata de un proyecto que fue ideado hace varios años. Incluso en la década de los 80 se construyó la obra gruesa de la estación Cal y Canto, infraestructura que sería utilizada como conexión entre las líneas 2 y 3. Sin embargo, para este nuevo trazado no se utilizó y actualmente es conocida popularmente como una “estación fantasma”.

Además, con la inauguración de este nuevo servicio, la red de Metro aumentó a un total de siete líneas: 1, 2, 3, 4, 4A, 5 y 6. En tanto, se espera que se construyan las próximas líneas 7, 8 y 9. Sin embargo, a ellas se sumaría una eventual línea 10 como señalaro el presidente Sebastián Piñera.

Pero ¿Cómo se desarrolla el proyecto de una nueva línea de Metro? El exsubsecretario de Transportes del segundo gobierno de Michelle Bachelet, Carlos Melo, explicó en su cuenta de Twitter cuáles son los procesos que debe pasar una obra de este tipo para ser diseñada, construida e inaugurada.

¿Cómo se crean las líneas del Metro?

En primer lugar, indicó que el proceso parte con un estudio de prefactibilidad que el departamento de Coordinación de Planificación y Desarrollo del Ministerio de Transportes contrata. Esta investigación debe buscar alternativas que maximicen la rentabilidad social y se realiza entre ocho a diez años antes que se inaugure la línea.

Esta investigación entrega como resultado las alternativas de nuevos trazados para las líneas. Tras esto, el Metro de Santiago participa como contraparte de estos estudios.

“Con el estudio de prefactibilidad ok y alternativa priorizada, viene la segunda patita”, agregó Melo.

Tras esta etapa comienzan los intentos para conseguir los recursos que financien la línea. En esta fase, entra la Dirección de Presupuestos (Dipres) del Ministerio de Hacienda.

Entre el Ministerio de Hacienda y Metro de Santiago -con apoyo del Ministerio de Transportes- se crea un desarrollo de financiamiento, donde el trabajo político de autoridades es clave para cerrar con Hacienda.

Construcción

Una vez que la parte de prefactibilidad y financiamiento esté realizada -lo cual puede significar cerca de dos años de trabajo-, se presenta la alternativa al Presidente de la República quien debe validar y anunciar.

Con la aprobación del Presidente, inicia la posibilidad de poder destinar presupuesto al proyecto.

Posteriormente, el Metro de Santiago -a través de varias gerencias involucradas- diseñan el proyecto y controlan su ejecución por contratistas licitados. Esta fase de ingeniería y construcción podría durar seis años.

Mientras Metro ejecuta el proyecto, desde el Ministerio de Transportes monitorean y apoyan con gestión para resolver problemas puntuales.

Una vez que se acerca la inauguración, se realizan trabajos de coordinación con el Transantiago para adaptar la red de servicios a las nuevas condiciones.

El exsubsecretario además aclaró que se tratan de proyectos de largo plazo y que “traspasan Gobiernos. El rol de los equipos profesionales de Metro de Santiago y la Coordinación y Planificación es la clave en diferentes fases del proyecto”.