La Corte Suprema rechazó el recurso de protección interpuesto por la empresa “Oriflama S.A” en contra de la Dirección General de Territorio Marítimo y Marina Mercante, la Capitanía de Puerto de Constitución y del Consejo de Monumentos Nacionales con el que buscaba poder extraer los restos de un naufragio del año 1770 en Curepto.

La decisión niega el permiso para la extracción de la carga, esto incluye, objetos, muebles, aparejos y restos desde la estructura del navío “Nuestra Señora del Buen Consejo y San Leopoldo”, que naufragó en la desembocadura del río Huenchullami hace 245 años.

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En fallo unánime la Tercera Sala del máximo tribunal confirmó sin modificaciones la resolución recurrida, dictada por la Corte de Apelaciones de Talca, que rechazó la acción cautelar.

“Se trata por de pronto de una nave marina que zozobró frente a dicho lugar hace más de 245 años, sin que durante todos esos años o al menos hasta el año 2005, alguien haya reclamado posesión y dominio sobre dicho navío, de tal manera que es posible colegir que dichos restos náufragos y especies señaladas pertenecerían a la parte recurrente”, sostiene el fallo del tribunal de alzada de Talca.

La disputa por el galeón hundido

Los tesoros que alberga el Oriflama han generado un rico bien patrimonial entre los maulinos, quienes por décadas han pasado de generación en generación las leyendas en torno al navío mercante que el 27 de julio de 1770 terminó su viaje cuando se hundió en las costas de Curepto.

Las indagatorias de la empresa de investigación marítima Oriflama S.A. dan cuenta que la embarcación zarpó desde España hacia Perú con gran cantidad de fina cristalería, cuchillería, muebles de lujo, fierros, cañones y vestuario decorado en oro, carga de aproximadamente 680 toneladas, de las cuales ya se han logrado extraer fragmentos de cristal y trozos de madera.

El grupo de cazatesoros, que está compuesto por geólogos, biólogos marinos, abogados, ingenieros y cuatro cazadores de meteoritos, reclamó la embarcación como propia en 2004, instancia en la que el Juzgado de Letras de Curepto fallo a su favor. Sin embargo, años más tardes Contraloría catalogó a la embarcación como monumento arqueológico, por lo que lo resuelto, se anuló.

Ante el nuevo fallo, la empresa multidisciplinaria solicitó permisos para extraer los bienes del barco al Consejo de Monumentos Nacionales y la Dirección General de Territorio Marítimo y Marina Mercante, quienes negaron lo requerido.

Pero pese a la negativa, la organización presentó un nuevo recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Talca y ante la Corte Suprema, quienes resolvieron también rechazar la solicitud y aseguraron que no se ha cometido ninguna ilegalidad al no dejar sacar la embarcación con su carga del agua.

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