Desde el Gobierno indicaron que las policías están trabajando para traer con vida al país a Luis Toledo, marino chileno que fue secuestrado por desconocidos en la ciudad de Guayaquil, Ecuador.

El Gobierno se refirió al secuestro de Luis Toledo, marino chileno que vive en Ecuador junto a su esposa y cuyos captores piden un rescate que asciende a los 100 mil dólares.

Al respecto, la canciller, Antonia Urrejola, precisó que “nuestra embajada y nuestro Consulado están coordinados con la familia de él y obviamente está siendo investigado por la policía”.

Consultada por el monto requerido por los secuestradores, Urrejola acotó que “no podría decirle, porque es parte de la investigación”.

Por su parte, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, ejemplificó la situación con otros dos secuestros de ciudadanos nacionales ocurridos en el último tiempo, siendo uno de ellos el de un joven el Bolivia, el cual se resolvió de buena manera.

“Esperamos que ese sea el mismo final que se produzca respecto al ciudadano chileno que ha sido secuestrado en Guayaquil, Ecuador”, afirmó Monsalve.

En esa línea, la autoridad de Gobierno acotó que “las policías ya están trabajando en ayudar y contribuir más que a aclarar, a poder recuperar con vida al ciudadano chileno que está secuestrado”.

En lo referido a los motivos por los cuales la víctima se encuentra en ese país, el subsecretario del Interior señaló que “está con un permiso sin goce de sueldo durante dos años en Ecuador. Entiendo que hay parte de su familia allá y entiendo que se tenía que devolver a comienzos del próximo año”.

La víctima es un hombre oriundo de Florida, región del Bío Bío, quien vive en Guayaquil, Ecuador, junto a su esposa.

En aquel lugar, y según lo indicó la mujer, llegó a la casa que comparten, y se percató de que su esposo no estaba.

Luego de reportarlo como desaparecido, un número desconocido se contactó con ella y le manifestó violentamente que su esposo había sido secuestrado y que debía pagar por su rescate.

Las personas que mantienen cautivo a Luis, amenazaron a su familia con golpearlo y también cortarle uno de sus dedos e incluso brazo, para que agilizaran la colecta del dinero.