Las disputas internas en la filial Bío Bío del Comité Pro Defensa de la Fauna y Flora (Codeff) llevaron al directorio nacional de la entidad a cerrar las oficinas en Concepción y decretar la disolución de su directiva. El conflicto se arrastra desde hace varios años, con un daño incalculable a la labor de la organización.

La relación entre dos grupos de socios estaba completamente quebrada, luego de que en los últimos años se acusaran mutuamente de querer hacerse con el control de la entidad. También de manejos irregulares de los fondos, incluso con presentaciones judiciales y en el tribunal electoral.

Ximena Salinas, presidenta del directorio nacional de Codeff, manifestó que en base a los estatutos y por mayoría de los socios se determinó el cierre de esta filial, protagonista de varios escándalos.

Sin embargo, Pedro Arrey, dirigente histórico en la zona de la organización no gubernamental, y quien se desempeñaba actualmente como presidente tras unas elecciones marcadas por denuncias, negó que hayan sido notificados del cierre de la filial.

Según su versión, todo obedece a intereses de los detractores de la directiva regional que tienen el apoyo del directorio nacional.

El cierre de la filial local es -de acuerdo a la presidenta del Comité, Ximena Salinas- algo que podría revisarse en el futuro. Admitió que les preocupa la situación del Parque Tumbes de Talcahuano, en torno al cual hay acciones legales presentadas por una toma del recinto de parte de algunos dirigentes.

En el lugar, están abandonadas las instalaciones de un centro de recuperación de ave y fauna que la justicia mandató a ENAP a levantar con un costo de 300 millones de pesos, como compensación tras el derrame de petróleo en San Vicente en 2007.

Y en las últimas semanas se verificó la tala de 29 cipreces centenarios que tenían más de 30 metros de altura, hecho que también dio origen a una denuncia de parte de Codeff Nacional y el municipio de Talcahuano, que comparten la administración del Parque Tumbes.