La Diócesis de Valparaíso confirmó en un comunicado que el Vaticano hizo oficial una sentencia canónica en contra del expárroco de Quilpué Jaime Da Fonseca, rebajándolo a la condición de laico. El sacerdote fue investigado tras acusaciones de acoso y abuso sexual, además de encubrimiento.

El organismo supremo de la Iglesia Católica dictaminó imponer la pena de la dimisión o pérdida del estado clerical al presbítero de manera inapelable. No se especificó cuáles de todas las acusaciones consideró el organismo para destituir al sacerdote.

Fuentes de Radio Bío Bío confirmaron que Fonseca salió del país hacia Perú hace una semana.

El ahora expresbítero fue denunciado por primera vez por casos de abuso sexual y por encubrimiento en 1992. Posteriormente se presentó una denuncia canónica y civil desde el 2012 por acoso y abuso sexual, además de otra acción por encubrimiento de acoso sexual, abuso y violación.

Luego de esa última denuncia, fue sacado del puesto de párroco de la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Quilpué, siendo asignado vicario de la parroquia de Viña del Mar, y un año después quedó con permiso de ministerio libre, para supuestamente ocuparse de temas familiares.

Mauricio Pulgar, vocero de la agrupación de víctimas de abuso sexual clerical de Valparaíso, lamentó que el expárroco de Quilpué no va a enfrentar ninguno de los cargos que se le imputan.

Pulgar también comentó que la reapertura del caso por parte del Ministerio Público va a ayudar al avance de sólo de algunas de las causas, porque aquellas denunciadas en 1992 están prescritas.

La agrupación de víctimas de la Diócesis de Valparaíso reconoce que las acusaciones contra Jaime Da Fonseca son un punto en común entre la mayoría de los miembros: Marcelo Soto, uno de los primeros denunciantes, acusó a Da Fonseca por encubrir a Humberto Henríquez, cura que también registra causas por abuso.