Con perspectiva de género y con la aplicación de nuevas herramientas introducidas por la Ley Antonia, se dirimió la sentencia por femicidio frustrado a un hombre de Puerto Montt, que agredía a sus parejas, dejando a la última incluso con riesgo vital.

A más de 10 años de cárcel fue condenado un hombre por femicidio frustrado en contra de su cónyuge en Puerto Montt, región de Los Lagos, además de amenazas en contra de otra ex pareja.

Son dos los acontecimientos que se consideraron en esta materia, y que aportaron a dicha pena de presidio mayor en su grado máximo al que fue condenado el sujeto, más otras medidas accesorias.

La primera situación data de marzo del 2022 cuando el imputado maltrató y amenazó a una de las víctimas -su cónyuge en esa época-, logrando una suspensión condicional del procedimiento.

Sin embargo, esta actitud violenta no sólo se repetiría, sino que se agravó luego que el individuo atacara con un arma blanca en agosto del mismo año a su nueva pareja, causándole diversos cortes en el cuerpo, dejándola incluso en riesgo vital.

Durante el juicio oral, se utilizó una declaración escrita de la primera víctima, aplicación novedosa de un artículo introducido por la Ley Antonia, que permite esta prueba cuando hay antecedentes de retractación, lo que destacó el fiscal Marcelo Maldonado.

El imputado deberá cumplir de manera efectiva dicha sentencia condenatoria, y dentro de las mismas modificaciones legales, sin posibilidad de solicitar beneficios penitenciarios antes de los 10 años. Además, se estableció que, tras su cumplimiento, queda sujeto a medidas de prohibición y restricción de acercarse a la víctima.

Violencia contra la mujer
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