El Juzgado de Letras Civil de Castro, en la región de Los Lagos, condenó al Colegio Cahuala Insular a pagar $45 millones por haber faltado a la confidencialidad en el caso de un menor que fue víctima de violación impropia por parte de tres compañeros (dos en calidad de autores y un tercero como encubridor) al interior del establecimiento en 2016.

A un pago de $45 millones fue condenado el Colegio Cahuala Insular de Castro por haber faltado a la confidencialidad en el caso menor que fue víctima de violación impropia a manos de sus compañeros al interior del establecimiento. Un hecho que ocurrió hace 7 años y que tuvo dos vías judiciales.

El fallo forma parte de un largo proceso que se remonta al 2016 cuando un alumno de 14 años fue agredido sexualmente por otros tres menores en el gimnasio del establecimiento de la región de Los Lagos.

Aquella causa derivó en una denuncia que terminó con una sentencia en el Tribunal Oral de Castro amparada en la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, y que concluyó en 2019. Este veredicto recayó sobre dos alumnos como autores, mientras que un tercero como encubridor.

Abogado demandante recurrirá a la Corte de Apelaciones tras condena a colegio de Castro

El abogado demandante, Julio Álvarez, dijo que el Tribunal Civil estableció la responsabilidad del colegio particular subvencionado en materia de protección y confidencialidad.

“El tribunal de Castro dictó sentencia, estableciendo la responsabilidad civil del colegio, puesto que nosotros siempre sostuvimos dos cosas fundamentalmente”, explicó.

“Uno, que el colegio tenía la obligación de resguardo de todos los estudiantes que están al interior del establecimiento y, segundo, sostuvimos que el colegio tenía la obligación de la confidencialidad, de la reserva”, detalló.

“Finalmente, el tribunal estableció que al menos una de estas exigencias no fueron cumplidas por el colegio, básicamente, el deber de confidencialidad”, aseveró.

Lo anterior quiere decir, según el propio jurista, que no se respetaron las normas legales, contractuales y reglamentarias determinadas por el propio establecimiento, Superintendencia de Educación y Ministerio de Educación de proteger debidamente al menor.

“En este caso, la justicia determinó que -efectivamente- el colegio, por la actuación que había tenido cuando recogió la denuncia interpuesta por la madre, en un simple libro de actas, y luego cuando la madre fue al colegio con el objetivo de que este se eliminara”, precisó Álvarez.

Sin embargo, “no lo eliminaron, sino que simplemente sacaron las hojas y las ‘corchetearon’ en el mismo libro, eso fue un elemento que vulneró y violó la confidencialidad para proteger al menor”, recalcó.

Asimismo, el abogado demandante aclaró que quedó pendiente establecer la falta de resguardo de la víctima de este delito motivo, por lo que recurrirá a la Corte de Apelaciones de Puerto Montt.

A su vez, el abogado recalcó que en aquella época los alumnos involucrados en los hechos fueron apartados del colegio mientras que el menor víctima del delito fue cambiado de establecimiento.

Finalmente, Radio Bío Bío tomó contacto con el área jurídica del Colegio Cahuala Insular, pero -al cierre de esta nota- no hubo respuesta para conocer su posición frente a la sentencia.