Diversas han sido las reacciones que ha generado la presentación del Plan Araucanía presentada por el presidente Sebastián Piñera en la ciudad de Temuco, que incluye una serie de modificaciones legales en materia indígena y un plan especial que inyectará al presupuesto regional más de 8 mil millones de dólares en 8 años.

La mañana del jueves, mapuches y dirigentes de la pesca artesanal realizaron una marcha por las calles de Temuco y cuestionaron el Plan Araucanía argumentando que no los beneficia. De ésta manera quemaron de forma simbólica el anuncio realizado por el presidente Sebastián Piñera.

Según comentó el historiador mapuche y también profesor del Departamento de Historia de la Universidad de Santiago de Chile, Fernando Pairicán, la modificación a la Ley Indígena que pretende el Acuerdo Nacional por la Paz y el Desarrollo, considera arriendos de tierra, lo que podría terminar de amenazar la noción del derecho a la propiedad que defiende el pueblo mapuche.

La Ley Indígena de 1993 permitió una nueva etapa entre el Estado y los pueblos originarios, donde la propiedad de la tierra quedaba protegida.

Acorde al historiador, los nuevos tipos de arriendo de la tierra que se plantean pueden terminar tensionando el derecho a la propiedad o la propiedad comunitaria que el pueblo mapuche ha colocado como demanda.

En tanto, el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno declaró que lo que se vivía hace seis meses era una desunión grande, agregando que muchos problemas de violencia y en la operación de la policía, fueron por poca claridad de cómo salir adelante de manera conjunta para tener un desarrollo que pudiera enfrentar problemas. Esto en el marco de la presentación del cuestionado plan.

Las iniciativas dadas a conocer por Piñera incluyen inversión en obras públicas, infraestructura educacional, caminos básicos e indígenas y obras de agua potable rural.

Sin embargo, para el historiador, el enfoque del plan es más económico que social. A raíz de esto sostiene que se puede “generar un retroceso” en las demandas del pueblo mapuche. Fundamentalmente, por la modificación de la Ley Indígena, lo que a su juicio debiese ser escogido a través de una consulta.

Por otro lado, el economista Luis Larraín declaró que existe una noción en la derecha, de pensar que la solución a la realidad indígena pasa por un aspecto netamente económico, destruyendo el tejido social comunitario por implicar estancamiento social y político, en pro del individualismo y la propiedad privada. Noción que a su parecer, la Concertación fomentó

Finalmente, sostiene que este plan no fomenta particularmente al pueblo mapuche, sino que al emprendimiento del no indígena, marginando a una parte de los actores que se enfrentan en la zona, a quienes específica son la clase media, agricultores, y fonderos de la región.