Quiénes son los 4 funcionarios que torturaron a trabajador con TEA: tres aún reciben millonario sueldo

Nota: tras la publicación de este artículo, el Ministerio de Salud confirmó la destitución de los 4 funcionarios involucrados en el caso.

Rodrigo, Erardo, Jhonatan y Jairo se ensañaron con Camilo. Los ultrajes que vivió entre 2018 y 2020, registrados en fotos y videos, consternaron al país. Hubo un sumario que terminó sin sanciones, denuncias que quedaron en nada.

Pese a todo, la mayoría de los funcionarios continúa dentro del hospital, “suspendidos”, pero recibiendo su sueldo completo. Las identidades de todos ellos fueron confirmadas a BioBioChile por una alta fuente directiva ligada al caso.

En los registros difundidos por este medio, la víctima menciona a dos personas: “Don Rodrigo” y “Jairo”. Esto ocurrió cuando uno lo sujetaba y le aplicaba fuerza para inmovilizarlo, mientras que el segundo se lo sacaba de encima haciéndole presión en el cuello.

En aquel video, Camilo sufrió agresiones y asfixia por parte de Rodrigo Reyes Melo (50). Según el área de transparencias del hospital, Denuncias BBCL pudo confirmar que Reyes Melo trabaja -al menos- desde 2018 en el Hospital Base de Osorno.

En el centro asistencial, desarrolló un rol clave al ser el jefe de la unidad de informática. También en las torturas y vejaciones que recibió Camilo. Él, junto a Jairo Báez Huaiquián, Erardo Gallardo Alarcón y Jhonatan Navarro Guerrero, participaron del calvario vivido por la víctima.

Torturadores del Hospital de Osorno

Camilo llegó en 2018 al Hospital de Osorno. Allí se encontró con sus nuevos compañeros, todos ingenieros informáticos. Rodrigo, Erardo y Jhonatan, que según datos a los que tuvo acceso este medio, son parte de la planilla de trabajadores activos y aparecen recibiendo sueldo al menos desde el 1 de enero de 2018 en adelante.

Tal cual se ve en los documentos, tres funcionarios antes mencionados, recibieron su sueldo completo hasta julio de este año, 2025, a pesar de la “suspensión” informada desde el Centro Asistencial.

Rodrigo Reyes Melo, percibió un sueldo por $2.384.190 brutos durante aquel mes, bajo el cargo de “apoyo administrativo”.

Por su parte, Erardo Gallardo Alarcón (41), tuvo un sueldo de $1.836.877 brutos, bajo el mismo cargo o función de “apoyo administrativo”.

Del mismo modo, Jhonatan Navarro Guerrero (38), ganó $ 1.846.470 brutos, bajo el cargo o función de “apoyo logístico”.

A pesar de lo expuesto, el director (s) del Hospital de Osorno, Julio Vargas, sostuvo en una rueda de prensa que “en este proceso hay varios destituidos, multados o sancionados por conductas de estas y otra naturaleza“.

Denuncia por agresión

A pesar de que BioBioChile no pudo encontrar información relacionada con el sueldo, cargo y llegada al hospital del funcionario Jairo Báez Huaiquián (39), sí accedió a una investigación llevada a cabo tras la denuncia de Camilo en octubre de 2021.

Camilo denunció al hombre por “lesiones menos graves”. Esto, vino porque Jairo, durante una jornada laboral, y también de agresiones hacia la víctima, le quebró un dedo.

En la carpeta se lee que “A fines del mes de mayo 2020, en hora no determinada, en la Unidad de Desarrollo Del Hospital Base de Osorno, ubicado en Guillermo Buhler N° 1765 Osorno, el imputado, Jairo Arturo Báez Huaiquián, luego de insultar, agredió a la víctima, forcejeando con él, aplicándole una llave de lucha, lesionándole el dedo anular de la mano izquierda“.

Este mismo hecho se volvió a repetir, de la misma forma, durante una tarde a fines de junio de 2020.

Jairo Báez y Rodrigo Reyes agrediendo a la vícitma

“Producto de estas agresiones, la víctima resultó con ‘fractura de la base de la F13 por dorsal, con presencia de un fragmento óseo, pérdida del espacio articular interfalángico distal del 4° dedo mano izquierda‘”, detalla el escrito judicial.

Si bien, Báez Huaiquián fue formalizado, el proceso finalizó con una suspensión condicional del procedimiento.

En esta línea, Jairo Báez cuenta con una denuncia previa por amenazas a una funcionaria del Hospital de Osorno, quien en ese momento era su pareja.

Durante el transcurso de febrero de 2019, en circunstancias que la víctima se encontraba al interior del Hospital Base de Osorno, lugar donde se encontraba el requerido Jairo Arturo Báez Huaiquián, quien amenazó seriamente a la víctima, manifestándole: ‘que una vez que nazca el hijo en común que víctima gestaba, se lo va a quitar’.

Alcance de nombres que afecta al Hospital de Concepción

Durante la mañana de este jueves, el Hospital Regional Guillermo Grant Benavente, ubicado en Concepción, emitió un comunicado debido a los “coletazos” que está teniendo uno de sus reconocidos cardiólogos por esta situación. Esto porque, a diferencia de su segundo nombre, se llama igual que uno de los agresores de Camilo.

“Que, ante mensajes ofensivos y amenazas directas a la persona de nuestro destacado cirujano cardio infantil, Dr. Rodrigo Edgardo Reyes Melo, con contrato vigente con el principal recinto de salud de la región del Bío Bío, no tiene absolutamente ninguna relación con uno de los funcionarios mencionados en un caso de agresión difundido en prensa y redes sociales, en la región de Los Lagos, en un recinto de salud de Osorno.

Se trata de una lamentable coincidencia en el primer nombre y en los dos apellidos, salvo en su segundo nombre, que corresponde a Edgardo y no Andrés, como se menciona en el caso osornino.

Este Hospital realiza esta necesaria aclaración para salvaguardar la integridad física y psicológica de nuestro destacado médico, reiterando nuestro absoluto respaldo a sus labores en Concepción“.

Hospital de Osorno responde por funcionarios

En la rueda de prensa llevada a cabo durante el miércoles 3 de septiembre, el director (s) del hospital, Julio Vargas, sostuvo que “En el día de hoy, entiendo de que hay tres personas que no han ido a trabajar y entiendo que una persona hará uso de su defensa de presentación de documentación”.

Periodistas presentes en la instancia, le vuelven a preguntar: “¿No fueron a trabajar o fueron desvinculados?”, a lo que el director respondió, “como lo dice el estatuto administrativo, los funcionarios no pueden ser desvinculados hasta que tenga toma de razón de Contraloría”.

Además, agregó que “fueron cambiados de sus unidades por instrucción nuestra y al día de hoy no están yendo a trabajar por decisión de ellos (…) algunos han presentado licencia médica”.

Por lo mismo, y en vista de los antecedentes expuestos en este artículo, contactamos al Hospital Base de Osorno para consultar por los sueldos y la suspensión de los funcionarios implicados en el caso.

“Desde el Hospital Base San José de Osorno se informa que las suspensiones de ese entonces fueron preventivas y por ende no necesiaremente hay una merma en los sueldos mensuales de los implicados”, respondieron.

Torturas a trabajador autista

Cabe recordar que el pasado martes, este medio dio a conocer los vejámenes que sufrió Camilo, un trabajador autista del Hospital de Osorno, a manos de cuatro compañeros suyos.

Camilo, por meses, vivió acoso, tortura, vejaciones, y situaciones extremadamente denigrantes. Lo hicieron desnudar, lo quemaron con vapor, le raparon todo el pelo en contra de su voluntad.

Las situaciones eran grabadas por los mismos agresores. Siempre incluían burlas, risas, e incluso golpes. En situaciones, Camilo lloraba frente a ellos, pero no les importaba.

Según pudo constatar Denuncias BBCL y Radio Bío Bío en Osorno, hubo varios episodios donde Camilo debió soportar hostigamiento, agresiones y acoso. Por ejemplo, uno de sus -entonces- colegas, simuló una práctica de sexo oral.

Sin embargo, ese episodio no fue el único. En otra oportunidad, Camilo fue atado de pies y de manos, quedando en una posición fetal con nula movilidad. Además, fue amordazado.

Seguido a esto, al menos tres funcionarios de la oficina comenzaron a quemarlo con un limpiador de vapor, de estructura similar al de una aspiradora. En un video, se aprecia cómo le pasan vapor por la cara, los brazos. No satisfechos con eso, pegaron la salida del vapor caliente en su abdomen y glúteos, para quemarlo.

Para Camilo, fueron meses de soportar malos tratos, sin tener al menos un porqué como explicación. La violencia nunca se detuvo. Llegó a tal punto que un día fue obligado a desvestirse, para que sus agresores y compañeros de trabajo le cortaran el pelo.

El nombre de la víctima fue modificado para proteger su identidad.

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