En su despedida del Ministerio Público, Jorge Abbott aseguró que el mayor desafío de su gestión (2015-2022) fue el "recrudecimiento de a violencia". Asimismo, aseguró que las instituciones sufrieron una pérdida de legitimidad y destacó que la ciudadanía esté cada vez más empoderada. Por otro lado, se refirió puntualmente a las clases de ética derivadas del Caso Penta. "No fueron la pena solicitada por la Fiscalía. (...) Reformas legislativas han ido aumentando las penas de los delitos relacionados con la probidad", aseveró.

Este viernes se realizó la ceremonia de cierre de la gestión de Jorge Abbott al mando del Ministerio Público, que se extendió por siete años.

Este sábado 1 de octubre cumple 75 años y, de acuerdo a la Constitución, es la edad máxima para estar a cargo del organismo.

A la cita acudieron la ministra de Justicia, Marcela Ríos; el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve; y el presidente de la Corte Suprema, Juan Eduardo Fuentes, entre otras autoridades.

“Cuando me hice cargo del Ministerio Público, estábamos frente a diversas necesidades de actualización y modernización institucional que era necesario abordar a la brevedad para hacer frente a todos los cambios sociales y culturales cada vez más desafiantes”, señaló el ahora exfiscal.

En ese sentido, aseguró que durante su mandato se intentó que nadie tuviera ventajas al momento de ser juzgado por delitos, tratando de “destrabar algunos nudos que no nos permiten que el Ministerio Público pueda investigar hechos constitutivos de delitos respecto acciones que son de gran gravedad y que afectan a la población”.

“Incluidos actores que tiene posiciones especiales de poder, y me refiero fundamentalmente a los delitos relativos a la Constitución, delitos tributarios, y hemos un esfuerzo importante para tratar de romper la barrera que tenemos como institución”, detalló.

A pesar de esto, reconoció que “en las últimas décadas hemos sufrido un dramático deterioro en la legitimidad de la democracia y de sus instituciones, la confianza de la ciudadanía se ha desplomado de manera clara”.

Abbott asegura que esta situación “supone un desafío importante para todos nosotros y todas las instituciones, donde esté la ciudadanía cada vez más empoderada y más critica a quienes ejercen funciones de poder y de administración del Estado”.

Caso Penta: “Clases de ética no fueron la pena solicitada”

Por otra parte, el expersecutor realizó una defensa a la labor del Ministerio Público en determinadas circunstancias. Por ejemplo, mencionó las clases de ética que recibieron Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín por el Caso Penta.

“En numerosas ocasiones hemos escuchado críticas desinformadas y también malintencionadas hacia los fiscales, respecto del resultado de algunas investigaciones de alto interés público, ya que probablemente no han satisfecho las expectativas de la ciudadanía”, indicó.

Sin embargo, explicó que “por supuesto que no se contaba con la normativa legal que permitiera el intenso reproche que se reclamada desde a ciudadanía”.

“Las clases de éticas aplicadas como sanción a determinados empresarios por prácticas de corrupción no fueron la pena solicitada por la Fiscalía”, afirmó. En ese contexto, agregó que esto “ha ido cambiando con reformas legislativas que han ido aumentando las penas de los delitos relacionados con la probidad”.

Finalmente, aseveró que el mayor desafío que enfrentaron durante su gestión fue el “recrudecimiento de a violencia” y la expansión del crimen organizado.

“Todo esto conforma un escenario de criminalidad que debe ser combatido con nuevos enfoques, con miradas distintas a las que hemos tenido hasta hoy, miradas también como institución”, puntualizó.

Cabe precisar que Abbott será reemplazado -de manera subrogante- por el fiscal regional de la región de Los Ríos, Juan Meléndez.