La Democracia Cristiana y Renovación Nacional intensificaron las gestiones para llegar a la presidencia del Senado, en medio de negociaciones abiertas con final incierto. El senador electo Iván Flores, planteó que fueron arrinconados por el Partido Socialista, que quería 'chicha y chancho'.

Los senadores aún no logran un acuerdo para elegir a la nueva mesa directiva y que debería liderar al Cámara Alto, al menos el primer año del periodo 2022-2026, además de ser la persona que entregará la banda presidencial al presidente electo, Gabriel Boric.

Fuentes de Radio Bío Bío aseguran que la actitud del Partido Socialista -que postulaba a Álvaro Elizalde- al saberse mayoría y tener presencia en el ejecutivo, trajo entre otras cosas, el diálogo de la DC con Renovación Nacional, y los acercamientos directos con el gobierno de Gabriel Boric.

El senador electo Iván Flores, dijo que fueron arrinconados, y que el Partido Socialista quiere ‘chicha y chancho’.

La especulación no cesa en los pasillos del Senado. Algunos dicen que en la búsqueda de acuerdos con un Senado difícil, el gobierno de Gabriel Boric da por sentado a sus aliados más cercanos, y espera su comprensión.

El senador de Revolución Democrática, Juan Ignacio Latorre, dijo que ven con ‘buenos ojos’ una presidencia de Francisco Huenchumilla.

A un día del cambio de mando, Manuel José Ossandón y Francisco Huenchumilla sumaron fuerza para llegar a la testera el año 2022: Un año signado por la cámara alta como el de la Convención Constitucional, el de la defensa de una institución.

En Renovación Nacional no se mueve de su posición ni de su diagnóstico : El primer año es fundamental, y no se puede entregar a la izquierda, que ha tenido más de una década el control del Senado. Esto lo planteó, el propio Ossandón.

La búsqueda de Ossandón cruzó varias fronteras. Fuentes cercanas al parlamentario indicaron ya la semana pasada, que si la UDI no se movía de su posición de entregar el primer año al PS, exploraría otros caminos.

Lo cierto es que la estrategia del gremialismo, escondía a medias un ánimo claro: No les gustó que Ossandón fuera la carta de Renovación Nacional.

Nadie puede por sí solo. Si el PPD quiere que respeten su cupo, necesita a quienes buscan quitárselo. Si el PS quiere preservar su fuerza de mayoría, debe ceder un espacio que no le pertenece. Si Renovación Nacional quiere el primer año, necesita que la UDI -a favor de tener el segundo y el tercero consecutivamente- lo apoye.

En este puzle asoma un escenario que nadie quiere, o casi nadie quiere. Que no se llegue a un acuerdo el viernes, y se retrase el cambio de mando hasta el punto en que la actual Presidenta, Ximena Rincón, deba seguir en el cargo.

La alternativa aún flota sobre la mesa, en 24 horas frenéticas de teléfono, mensaje y reunión: El acuerdo debe cerrarse por cuatro años, debe ser en presidencias, vicepresidencias y comisiones, y debe ser total.