Tras una reunión con altos ejecutivos de la industria salmonera, el Gobierno resolvió instaurar una nueva normativa para reducir los riesgos asociados con el crecimiento de los cultivos.

Pese a que la norma sería más permisiva que la propuesta inicial del Ejecutivo, las empresas no quedaron satisfechas.

Según explicó a El Mercurio el subsecretario de Pesca, Eduardo Riquelme, “esta propuesta se diferencia de la original, porque se trataría de un sistema flexible, donde se tolera un mayor riesgo. Ahora bien, si ese riesgo se transforma en un perjuicio sanitario, se buscan medidas de mitigación. Por esta razón quienes tengan menor riesgo se les permitirá un mayor crecimiento”.

Finalmente, la nueva regulación considerará un sistema “dual”, planteó por su parte el jefe de Acuicultura de Subpesca, Eugenio Zamorano, por permitir dos velocidades de siempre de salmón, premiando a las empresas que reduzcan voluntariamente su proyección de crecimiento y estableciendo niveles de tolerancia en la densidad para las que no lo hagan.

La nueva disposición se presentaría entre esta y la próxima semana, y se espera que se aplique a las declaraciones de siembra presentadas por las salmoneras en agosto para la macrozona 3, en los mares interiores de Chiloé.

Riquelme sostuvo que “evidentemente el buen precio del salmón y el posicionamiento que el producto chileno tiene en el mercado mundial puede llevar a algunas personas a tener una mirada de corto plazo, donde sacrifican, en pos de una ganancia económica inmediata muy elevada, la sustentabilidad en el largo plazo”.

En tanto, la industria quedó citada para discutir cambios en el Reglamento Sanitario sobre los planes de reducción de siembra para el 8 de octubre.

Densidad contra crecimiento

La normativa planteada por el ejecutivo propone límites en la densidad de los cultivos acorde con su crecimiento y, por lo tanto, con su riesgo de enfermedades.

En este sentido, de ser el crecimiento inferior al 3%, las empresas tendrán un margen de densidad de entre 11 y 17 kilos por metro cúbico. Si es de entre un 3% y un 6%, sólo podrán crecer con una densidad de 8 kilos por metro cúbico.

En cambio, cualquier crecimiento por sobre estos márgenes sería “inaceptable” para la autoridad, explicó Zamorano a La Tercera, por lo que sólo podrán operar con la densidad más baja: 4 kilos por metro cúbico.

La bioseguridad, en tanto, se mantendría en el nivel 4.

Riquelme expresó al respecto que “se hizo una estimación acerca del volumen de crecimiento, que son volúmenes verdaderamente alarmantes, producto de una interpretación de normas por parte de las empresas que están de acuerdo con la ley vigente, pero que no representan el espíritu de esa reglamentación sanitaria”.

“Esa reglamentación fue la manera en que el país reaccionó después de la catástrofe del virus ISA”.