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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El cardenal Angelo Becciu renunció a participar en el cónclave para elegir al próximo papa, tras ser despojado de sus privilegios por su implicación en un escándalo financiero. A pesar de insistir en su inocencia, decidió obedecer la voluntad del papa Francisco. Becciu fue condenado a 5 años y 6 meses de cárcel por irregularidades financieras y espera la resolución de su recurso, siendo el primer cardenal juzgado por un tribunal penal vaticano.

El cardenal Angelo Becciu, a quien Francisco quitó los privilegios de purpurado tras ser condenado por corrupción a raíz de un escándalo financiero y que insistía en que podía entrar en el cónclave, finalmente anunció este martes su renuncia a participar en la elección del próximo papa.

Por el bien de la Iglesia, a la que he servido y continuaré a servir con fidelidad y amor, así como para contribuir a la comunión y serenidad del cónclave, he decidido obedecer como siempre he hecho a la voluntad del papa Francisco y no entrar en el cónclave a pesar de seguir convencido de mi inocencia”, dijo Becciu en una declaración enviada a los medios.

Becciu tomó su decisión tras la congregación general de los cardenales celebrada este lunes, en la que se decidió que el cónclave comience el próximo 7 de mayo, según habían informado los medios.

En las anteriores reuniones de cardenales antes de funeral, el secretario de Estado, Pietro Parolin, había mostrado dos documentos firmados por Francisco que indicaban que Becciu no podía participar en el cónclave.

El responsable de la sala de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, había declarado que este lunes los cardenales no habían adoptado “ninguna deliberación por el momento” sobre el ‘caso Becciu’.

El caso del cardenal Becciu

El ‘caso Becciu’ ha generado “sufrimiento” entre los cardenales en las reuniones previas al cónclave de estos días, según afirmó este lunes el purpurado italiano Fernando Filoni a los periodistas, tras su llegada al aula del Sínodo donde se celebran las congregaciones.

Por su parte, el veterano italiano cardenal Giuseppe Versaldi respondió a la prensa que el que fuera poderoso sustituto de Asuntos Generales de la Secretaria de Estado y prefecto de la Causa de los Santos “es una persona estimable”.

Sin embargo, ello no significa que “no sea culpable”, sostuvo.

El temor que había

El temor era que su exclusión hiciese invalidar el voto en la Capilla Sixtina. Los analistas explicaban que los cardenales tampoco podían tomar decisiones de excluirle, ya que esto sólo lo podía haber hecho el papa Francisco con anterioridad.

Becciu estuvo participando en las congregaciones generales como el resto de los 252 cardenales, de los que 134 entrarán en el cónclave al ser menores de 80 años y las estadísticas del Vaticano le cuentan como no elector.

El cardenal italiano, de 76 años, fue condenado a 5 años y 6 meses de cárcel por un caso de irregularidades financieras y ahora está a la espera de la resolución de su recurso.

En 2020, Francisco lo suspendió, despojándolo de los “derechos asociados al cardenalato” tras conocerse su implicación. No obstante, no habría suspendido sus deberes y entre los que corresponden a un cardenal está la elección de un nuevo papa.

“El papa reconoció mis prerrogativas cardenalicias como intactas ya que no hubo voluntad explícita de excluirme del cónclave ni petición de mi renuncia explícita por escrito”, declaró el pasado martes Becciu al diario Unione Sarda.

Sin embargo, esto fue esclarecido en los últimos días tras la revelación de documentos firmados por Francisco que indicaban explícitamente que Becciu no podía participar en el cónclave.

Primer cardenal juzgado por un tribunal penal

Becciu, primer cardenal juzgado por un tribunal penal del Vaticano, también fue condenado a inhabilitación “perpetua” para ejercer cargos en la Santa Sede.

El escándalo estalló al trascender la compra de un edificio en el corazón londinense, en Sloane Avenue, una antigua sede de las galerías Harrods en el exclusivo barrio de Chelsea.

Además, durante el proceso surgieron otros delitos financieros cometidos presuntamente por Becciu. Entre estos, donaciones de 125.000 euros que el cardenal ingresó en la cuenta de una asociación, vinculada a la Cáritas sarda de Ozieri, su lugar natal, y que en ese momento presidía uno de sus hermanos.