El gobierno turco se retiró oficialmente este jueves del Convenio de Estambul, un tratado internacional que protege a las mujeres contra la violencia machista, en una decisión que valió al presidente Recep Tayyip Erdogan fuertes críticas dentro y fuera del país.

Hace 10 años, Turquía fue el primer país en firmar la Convención Europea contra el maltrato machista, también conocida como Convención de Estambul. Hoy se convirtió en el primer país en renunciar a ella.

A partir de este 1 de julio se hizo efectiva la salida de Turquía de la Convención por voluntad del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

La importancia de la Convención de Estambul radica en que es el primer tratado internacional enfocado exclusivamente a fomentar la igualdad entre sexos.

Esto, además de eliminar la violencia contra las mujeres, una violencia que en Turquía se ha cobrado la vida de 400 mujeres cada año.

En lo que va de 2021, 189 turcas han sido asesinadas según los datos de una plataforma antifeminicidios.

Sin embargo, grupos islamistas cercanos al Gobierno turco creen que la Convención de Estambul es un instrumento que atenta contra los valores familiares.

También aseguran que pretende imponer ideas homosexuales pese a que esta cuestión no aparece en la Convención.

Los analistas consideran que la decisión de Erdogan se explica sobre todo por su deseo de contar con los apoyos del electorado más conservador.

Los movimientos feministas de Turquía han convocado a protestas contra la salida de este convenio de derechos humanos.

También la oposición ha sido muy crítica y ha denunciado como inconstitucional la decisión tomada por Erdogan sin siquiera consultar al Parlamento.

Sin embargo, el Consejo de Estado decidió esta semana dar la razón al presidente turco en una reñida votación entre magistrados decida sólo por un voto de diferencia.