El partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD por sus siglas en alemán) está creciendo en las encuestas y logró sus primeros dos triunfos en unas elecciones locales, algo que tiene escandalizados a los demás partidos. ¿Qué define al AfD y qué propone?

El partido Alternativa para Alemania está en boca de todos en el país europeo: en encuesta tras encuesta parece confirmarse un aumento en su popularidad y recientemente obtuvo sus primeros dos puestos tras victorias electorales.

Son dos puestos menores, locales, que sin embargo tienen un peso simbólico, pues rompieron un tabú en Alemania y están generando un fuerte debate sobre cómo los demás partidos, y más generalmente la sociedad alemana, deberían relacionarse o no con el AfD.

A continuación, cinco preguntas para entender mejor a este polémico partido alemán.

¿Cómo surgió el AfD?

El AfD es un partido relativamente joven. Lleva apenas diez años en la política alemana. Fue fundado en 2013 por un grupo de 18 hombres -entre ellos empresarios, economistas, periodistas- unidos en su rechazo a las políticas de la entonces canciller Angela Merkel en la crisis del euro.

En las elecciones federales de ese año, el AfD no logró el mínimo de votos para ingresar al parlamento federal, pero sí lo hizo en 2017 y lo ratificó en los comicios de 2021. Además, está representado en 15 de los 16 parlamentos regionales.

Imagen de archivo manifestantes de Alternativa para Alemania
Imagen de archivo manifestantes de Alternativa para Alemania (AfD) | France 24

El AfD cuenta actualmente con unos 30.000 miembros. Su popularidad ha aumentado en los últimos meses de manera considerable y en encuestas de julio de 2023 ronda el 20% en intención de voto a nivel nacional, lo que ha sido descrito como un récord para este partido.

Si se mira su popularidad a nivel regional, los porcentajes son aún mayores en el este del país, donde puede incluso convertirse en la fuerza política principal en las elecciones regionales previstas para el próximo año.

¿Quién vota por el AfD?

El AfD es descrito como un partido populista de ultraderecha, pero también como un partido protesta.

De manera simplificada, se puede decir que el AfD atrae a quienes se sienten desencantados por la política tradicional. Una encuesta nacional de junio de 2023 reveló que el 67 por ciento de posibles electores del AfD lo hace no porque se sientan convencidos del partido, sino porque están decepcionados del resto.

No obstante, también es cierto que la mayoría de los simpatizantes del AfD siente que las posturas del partido son cercanas a sus propias opiniones.

Así mismo, esta formación política atrae votantes sobre todo en momentos de crisis e incertidumbre política. De hecho, pareció explicarlo uno de los entonces portavoces del partido hace unos años, cuando fue captado en video diciendo “mientras peor estén las cosas para Alemania, mejor estarán para el AfD”.

También es un partido que, de manera muy controversial, ha logrado atraer a extremistas de derecha. De hecho, la inteligencia alemana ha monitoreado a esta formación política y ha descrito a estamentos del AfD, como las juventudes, como ejemplos confirmados de extremismo.

En ese caso, la inteligencia alemana dijo que las juventudes “propagan un concepto racial de la sociedad”.

¿Qué propone el AfD?

El AfD puede considerarse, de manera general, un partido que está en contra de la mirada mayoritaria. Esto se ha visto en temas como la pandemia, el Brexit o la elección de Donald Trump.

Pero si hay un tema que defina al AfD es la migración. La crisis migratoria que vivió Europa a partir de 2015 ayudó a consolidar al partido, que rechazó la llegada de migrantes como una amenaza para la seguridad y la identidad del país.

El AfD ha logrado instrumentalizar los miedos de parte de la población y se ha posicionado como un partido que pide un freno migratorio. El 65 % de sus simpatizantes también cree que el tema más importante en su decisión de voto es la política migratoria.

En otros temas actuales, el AfD también ha tratado de encontrar su nicho. Por ejemplo, en la guerra en Ucrania, el AfD ha pedido favorecer negociaciones de paz sobre el envío de armas. Es una mirada diferente a la del establecimiento político alemán y europeo.

¿Cuáles son sus principales polémicas?

Hay pocos partidos que en la última década hayan polarizado tanto como el AfD. Sus simpatizantes consideran que el partido “dice las cosas como son”. Pero sus detractores aseguran que sus posturas rayan con lo indecible.

Un ejemplo es la responsabilidad histórica de Alemania tras el nazismo. Miembros del AfD han sido criticados por minimizar esa responsabilidad, asegurando por ejemplo que el monumento a las víctimas del Holocausto en Berlín es un “monumento de la vergüenza” o describiendo al nazismo como una “caca de pájaro” que no debe empañar “los más de mil años de exitosa historia de Alemania”.

En temas migratorios, los críticos del AfD consideran que promueve un discurso nacionalista y xenófobo. Sus integrantes han opinado sobre la posibilidad de dispararles a los migrantes en la frontera o esterilizar a los refugiados menores de edad no acompañados.

Pero sus controversias también son internas. De hecho, uno de los principales problemas del AfD es la división entre los miembros que creen que el partido debe ser más moderado y quienes se sienten más cómodos en el extremo. Hasta el momento, se han impuesto estos últimos, lo que ha llevado a la salida de miembros fundadores y antiguos líderes del partido.

¿Qué dicen los demás partidos?

Mientras el AfD considera que ha sido una “inyección de adrenalina” en la política alemana, sus contrincantes consideran que es una amenaza para la democracia.

Agregan que algunos de sus miembros, con sus posiciones radicales, hacen recordar algunas de las peores pesadillas de la historia alemana.

Hasta el momento, los demás partidos han tratado de aislar al AfD, creando lo que se conoce como un cordón sanitario o un cordón democrático. Pero algunos expertos consideran que esto puede estar en riesgo, en especial tras las dos victorias electorales locales del AfD.

Mientras, el 43% de los alemanes considera que es necesario rechazar una cooperación con el partido de ultraderecha. Pero un tercio cree que se debe decidir caso por caso.

De cualquier manera, los demás partidos continúan debatiendo cuál es la mejor estrategia para frenar al AfD en momentos en que el partido de ultraderecha ha sabido capitalizar el descontento de muchos alemanes.