Ucrania puso en marcha el jueves intensos esfuerzos para evacuar a sus habitantes del este del país ante la inminencia de una ofensiva rusa, tras las imágenes de masacres cerca de Kiev que conmocionaron al mundo.

Las autoridades ucranianas apremiaron a los ciudadanos del este del país, especialmente las regiones del Donbás, a abandonarlo ante los indicios de que las tropas están preparando una gran ofensiva rusa para lograr que queden bajo su control absoluto.

“Los ocupantes están concentrando todos sus esfuerzos en los preparativos de una gran ofensiva en el este de Ucrania para controlar completamente tanto Luhansk como Donetsk”, apuntó el Estado Mayor del ejército, a través de su cuenta en Facebook.

“Abandonen esas regiones, puede que ésta sea su última oportunidad”, apremiaron por su parte las autoridades locales de ambas regiones, a través del portal ucraniano Ukrinform.

El gobernador de Luhansk, Serhiy Gaidai, lanzó ya una llamada en esa dirección ayer, al pedir a la población que utilice los corredores seguros existentes para la evacuación.

Rusia advirtió ya, al dar por terminada la fase primera de su operación militar en Ucrania, que a partir de ahí sus operaciones se concentrarían en el Donbás, donde están las dos autoproclamadas repúblicas separatistas, cuyo reconocimiento por parte de Moscú precedió al inicio de la invasión de Ucrania.

Evacuación en marcha por la ofensiva rusa

Este responsable indicó en Facebook que más de 1.200 personas fueron evacuadas el miércoles de Lugansk pero que el fuego de artillería impedía continuar.

Aseguró que toneladas de alimento, medicamento y productos de higiene serían entregados para quienes no puedan salir.

El jefe de la administración militar regional de Donetsk dijo que las instalaciones donde los civiles reciben ayuda fueron atacadas.

“El enemigo apuntó directamente allí con la intención de destruir a los civiles”, escribió en Facebook Pavlo Kyrylenko.

Aseguró que los residentes están siguiendo los llamados a evacuar y que las carreteras tienen más movimiento.

En la ciudad industrial de Severodonetsk, la localidad más oriental bajo control ucraniano, los proyectiles y cohetes caían el miércoles a intervalos constantes.

“No tenemos dónde ir, ha sido así durante días”, declaró a AFP un vecino, Volodimir de 38 años, al frente de un edificio en llamas.

En otras partes, los preparativos para contrarrestar ataque estaban en marcha, como ocurrió en una carretera que conecta Járkov con Donetsk.