El Congreso de los Diputados español comenzó este miércoles a debatir una moción de censura presentada por la extrema derecha de Vox contra el gobierno de izquierda dirigido por el socialista Pedro Sánchez.

Esta moción de censura, la quinta de la democracia española, no tiene ninguna posibilidad de tener éxito, toda vez que los únicos que la apoyan son los diputados de Vox: 52 de los 350 miembros del Congreso.

La principal incógnita de la moción, que se votará el jueves, es saber si el opositor Partido Popular (derecha) se opondrá, para marcar distancias con la extrema derecha, o si se abstendrá, para no ganarse el rechazo del electorado de Vox.

Pero en ninguno de los casos la iniciativa saldría adelante.

A cargo de presentar la moción de censura, el diputado de Vox Ignacio Garriga acusó al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, de ser “el símbolo de la mentira y del fraude”.

“Este gobierno es responsable de la peor gestión de la pandemia en todo el mundo”, lanzó Garriga, acusando a Sánchez de haber ocultado al país la llegada de lo que llamó “el virus chino”.

Con 35.000 decesos y cerca de un 1 millón de casos, España es uno de los países más golpeados por la pandemia de covid-19.

Garrriga afirmó que su partido es “la verdadera amenaza” al plan del gobierno de “derribo de las instituciones”,
en una velada crítica al PP, principal partido de oposición.

Fundado en 2014 por Santiago Abascal, Vox ha ido comiendo terreno desde hace dos años al PP, y en las pasadas elecciones de noviembre de 2019 se convirtió en la tercera fuerza en el Parlamento.

La iniciada este miércoles es la quinta moción de censura desde la instauración de la democracia en España tras la dictadura de Francisco Franco (1939-1975).

La única que ha tenido éxito ocurrió en junio de 2018, cuando la izquierda desbancó al entonces presidente del gobierno, Mariano Rajoy del PP,
luego de que se partido se viera envuelto en un escándalo de corrupción.

La moción fue aprobada gracias a los votos del Partido Socialista, Podemos (izquierda radical), nacionalistas vascos e independentistas catalanes, lo que permitió a Sánchez acceder a la presidencia del gobierno.

Desde enero, Sánchez encabeza un ejecutivo de coalición entre socialistas y Podemos.