Aaron Trejo es un estudiante de 17 años. Jugaba fútbol americano en Mishawaka High School, Indiana. Su carrera acabó, como había acabado con la vida de Breana Rouhselang, de tan solo 16.
El pasado sábado, la joven salió de su casa hacia un restaurante del condado de Mishawaka. Le dijo a su madre que se encontraría con el padre de su hijo. Recientemente y luego de 6 meses de gestación, decidió contarle a Trejo de la existencia del bebé. No está claro si mantenían una relación, pero la porrista no volvió a su casa tras el encuentro.
El domingo 9 de diciembre, al despertar a la 01:00 de la madrugada y ver que la adolescente no estaba, su madre dio aviso a la policía. También se dirigió a la casa de Aaron para preguntarle por ella, pero el joven le respondió que nunca se encontraron en el establecimiento a pocas cuadras de la casa.
Poco después, los uniformados encontraron a la joven sin vida y en el tanque de basura. Dos vidas fueron segadas, pero horas después, la policía ya tenía en la mira a un sospechoso.
“Tomé medidas, le quité la vida”
El canal 16 de WNDU, dio seguimiento al caso que rápidamente cobró notoriedad en Estados Unidos, dados los tintes violentos de su desenlace.
La pieza periodística habla de una acalorada discusión de la joven pareja en las afueras del restaurante y cita a las autoridades. Estas ya tienen claro como sucedió todo.
Resulta que Aaron Trejo había estado planificando el asesinato de la porrista y el bebé, desde hacía una semana. La citó al restaurante y luego de discutir, la apuñaló en el corazón y luego otras 5 veces más en el pecho.
El investigador Gerry Mullins, declaró que en un inicio Trejo negó haberla matado, pero el interrogatorio tomó un giro con la presión de estos sobre el joven.
“Tras un breve receso, junto al detective Mullins, empezamos a hacerle preguntas a Aaron y lo confrontamos con el hecho de que la evidencia física no iba a respaldar su historia y que sospechaba que sabía más de lo que estaba diciendo”.
“Hubo varias pausas, hasta que le pregunté si la discusión había sido por el embarazo. Aaron Trejo dijo en voz baja: ‘Sí’. Luego explicó que Breana había esperado demasiado para contarle del embarazo y ya no podía abortar. Le pregunté a Aaron qué había hecho él entonces, y respondió: ‘Tomé medidas … le quité la vida”.
Además de la fecha de planificación del crimen, Trejo indicó que lo llevó a cabo con un cuchillo de casa, el cual arrojó en un río cercano de su ciudad. Dijo que actuó solo y no le contó a nadie de sus planes de asesinar a la joven.
En la escuela de los dos jóvenes, las autoridades no supieron precisar si estos tenían una relación sentimental. Únicamente aseguraron que estudiaban juntos desde la primaria.
Los compañeros de la víctima, por su parte, se mostraron consternados por lo sucedido y realizaron una vigilia en honor a Breana. “Ella no se merecía esto”, declaró Alexis Humphries, a la televisión estadounidense que ha dado amplio seguimiento a la tragedia ocurrida en Indiana.
